PREMIER LEAGUE | BRIGHTON 3-2 MANCHESTER UNITED
El Brighton dejó en evidencia al Manchester United, que encajó su primera derrota (3-2) de la temporada con una triste imagen, impotente y sin soluciones para enmendar una mala primera parte, en la que encajó los tres goles.
El conjunto de Jose Mourinho fue superado en todos los aspectos por un adversario menor en plantilla y presupuesto, pero plagado de empuje y entusiasmo que le bastó para desnudar los defectos defensivos de los red devils. La derrota en el The American Express Community Stadium ya distancia al United de los favoritos. Manchester City, Chelsea y Tottenham han ganado sus dos partidos.
Un Manchester United sin argumentos
El cuadro de Mourinho, que no encontró argumentos para dar un giro al encuentro, ya está a tres de los favoritos. El conjunto de Chris Hughton, que en la pasada jornada perdió ante el Watford, maniató en su campo a los visitantes.
La intensidad con la que afrontó el partido y la presión inicial encajonó a los reds, víctimas de la falta de lucidez y de los errores individuales de sus defensas. En tres minutos próximos a la media hora el Brighton ya disponía de una ventaja de dos goles. En el 25, Glenn Murray aprovechó un pase de Solly March para batir a David de Gea. Dos después, Shane Duffy culminó con delicadeza un centro de Anthony Knockaert por la izquierda.
El United apenas había entrado en el partido. Aún así, logró acortar distancias con un cabezazo de Romelu Lukaku a diez minutos del intermedio. Sin embargo, el Brighton no acusó el mazazo y amplió, incluso, su ventaja antes del descanso con un penalti transformado por Pascal Gross. La segunda mitad fue un quiero y no puedo del Manchester United.
En el vestuario quedaron Juan Mata y Andreas Pereira. Marcus Rashford y Jesse Lingard fueron la apuesta de Mourinho. Los 'red devils' buscaron el gol que les devolviera al partido. Pero la falta de precisión y el escaso fútbol que generó facilitaron la resistencia del equipo de Hughton.
A la hora de partido Marouane Fellaini ocupó el puesto de Anthony Martial. Era la última bala de Mourinho. Tampoco mejoró el panorama. Aunque un penalti sobre el belga en el tiempo añadido permitió a Paul Pogba acortara distancias desde el punto de penalti. El gol llegó tarde, sin tiempo para evitar un marcador sonrojante.