Supercopa de Europa
El Bayern de Múnich ganó (2-1) la Supercopa de Europa, pero no olvidará lo que sufrió ante un gran Sevilla que le tuvo contra las cuerdas. Solo un inmenso Neuer sostuvo al gigante alemán, camino a una temporada perfecta.
Los valientes que viajaron hasta Budapest, para estar en el Puskas Arena, estuvieron muy cerca de ver una gesta tremenda del equipo sevillista. En-Nesyri se topó dos veces con Neuer, dos mano a mano en la recta final de la segunda parte y en la prórroga que pudieron decantar el título a su favor.
El Bayern, una máquina de generar fútbol
Pero este Bayern es una máquina de hilar futbol, una apisonadora que exigió al Sevilla un sobre esfuerzo sobrenatural. Y es que viendo el partidazo que jugaron hombres como Müller, Lewndowski, Neuer, Goretzka, Alaba... cuesta creer que el equipo hispalense llevara a este trasatlántico europeo hasta el minuto 120.
La final empezó con un Sevilla con galones, que salió a buscar al Bayern. Si alguien pronosticaba un rodillo del Bayern desde el pitido inicial, se equivocaba. Ocampos abrió el marcador tras convertir un penalti cometido sobre Rakitic. Todo nació con una internada de Jesús Navas, que volvió a demostrar que es el alma y corazón de este equipazo.
El gol, que a cualquier equipo le habría supuesto un golpe al hígado, espoleó al Bayern. El equipo bávaro toco la corneta y durante 20 minutos se desató una tormenta sobre la meta de Bono. El Sevilla aguantó, pero Goretzka logró el empate tras una genialidad de Lewandowski.
En-Nesyri perdona y Javi Martínez da el título al Bayern
Viendo como jugó el Bayern, llegar con empate al descanso ya fue un éxito. En la segunda parte el Sevilla no se amilanó y repitió su salida inicial. A por el Bayern. Esta vez le duró algo más la iniciativa al equipo de Lopetegui, pero el Bayern se acabó adueñando del escenario, con un Müller estelar.
Con la proximidad del minuto 90 al equipo alemán le entraron las dudas y el Sevilla tuvo la final en las botas en En-Nesyri. Neuer se agigantó para evitar la gesta sevillista y manda el partido a la prórroga.
En el tiempo extra, el Bayern hizo valer su fondo de armario y su mayor rodaje para acabar llevándose el título. Un cabezazo de Javi Martínez doblegó a un Sevilla que se fue de Budapest con la cabeza muy alta.