COPA DEL REY VUELTA DIECISEISAVOS DE FINAL | BARCELONA 5-0 MURCIA
La segunda unidad del Barcelona superó con facilidad el trámite ante un inofensivo Real Murcia (5-0) y, tras un notable segundo tiempo, selló en el Camp Nou el pase a los octavos de final de la Copa del Rey en un choque desigual sin historia.
El equipo azulgrana, liderado por Denis Suárez y con la participación de hasta cuatro jugadores del filial, puso fin al sueño copero del equipo murciano, que en la vuelta de los dieciseisavos de final no pudo frenar el vendaval de su rival tras la reanudación, cuando los locales anotaron cuatro de los cinco tantos del choque.
A pesar del 0-3 de la ida, el técnico azulgrana, Ernesto Valverde, apostó por un once con hasta nueve jugadores del primer equipo, mientras que Aleñá y Oriol Busquets -que debutaba en el Camp Nou- fueron los elegidos del filial que empezaron de inicio.
Lejos de relajarse, los jugadores azulgranas se tomó en serio el encuentro, por lo menos en los primeros 30 minutos, cuando encerraron al Murcia en su área.
No ayudó el planteamiento defensivo de José María Salmerón que, consciente de la superioridad del rival, jugó con un 4-5-1 con el que sus pupilos apenas podían salir al contraataque y generar dudas a Gerard Piqué y Thomas Vermaelen en el centro de la zaga.
Ante el cerrojo rival, Valverde apostó por la posesión y en abrir las bandas explotando el desequilibrio de Deulofeu, en la izquierda, y la velocidad de Semedo y Aleix Vidal, en la derecha.
Un monólogo que no se traducía en ocasiones manifiestas de gol, pero sí en llegadas peligrosas que los centrales del Murcia lograron solucionar de manera solvente hasta el minuto 16, cuando en un rechace de Orfila a un disparo de Aleix Vidal el balón fue a parar a la cabeza de Alcácer, que empujó el esférico a la red sin oposición.
Pocos minutos después del primer tanto, el Barcelona rozó el segundo en una jugada profunda de Semedo, cuyo centro llegó a las botas de Deulofeu.
El extremo, con todo a su favor para batir a Santomé, conectó el balón que salió muy desviado. Tras una primera media hora con un juego notable que no se tradujo en ocasiones claras, el Barcelona desaceleró el motor y el Murcia pudo gozar de posesiones más largas, aunque apenas generaba peligro en la portería de Jasper Cillessen, que fue un espectador más del partido.
El Barcelona salió del vestuario menos contemplativo en ataque, buscando con más insistencia el segundo tanto. Así, aparecieron los destellos de Denis Suárez y la anarquía de Aleix Vidal, que probo suerte con un disparo desde la frontal que salió desviado por encima del travesaño.
Más cerca estuvo del gol Deulofeu en el minuto 55 con una habilidosa maniobra de espaldas a portería tras la que se sacó de la chistera un disparo raso que se topó con el palo.
Fue el último aviso antes del segundo tanto de Piqué, aunque medio gol fue de Aleix Vidal. El extremo se inventó una jugada por la derecha y su asistencia encontró al central, que solo tuvo que empujar el balón en la última excursión en ataque antes de que Valverde le sustituyera (min.57).
Tras el tanto de Piqué, el Murcia se desordenó en defensa y el Barcelona lo aprovechó para hurgar en la herida rival.
En éstas, no tardó en llegar el tercer tanto azulgrana en una jugada colectiva al primer toque iniciada por Alcácer, y seguida por Semedo que, con una sutil asistencia, encontró la cabeza de Aleix Vidal. El extremo superó a Santomé con una vistosa parábola (min.60).
El festival azulgrana no cesó, a pesar de los cambios. Valverde dio entrada a los jugadores del Barça B Jose Arnaiz y David Costas. También reapareció Sergio Roberto, después de superar una lesión muscular.
De hecho, el centrocampista de Reus fue uno de los protagonistas del cuarto tanto con una asistencia en profundidad a Denis Suárez, que superó al meta visitante tras un buen control en el interior del área (min.74).
La goleada la cerró un jugador del filial. Jose Arnáiz, que ya anotó un tanto en la ida, se estrenó en el Camp Nou con otro tanto.
El exdelantero del Valladolid aprovechó una asistencia precisa de tacón de Denis Suárez en una contra para superar a Santomé con la zurda y poner fin a una eliminatoria en la que el Barcelona impuso su ley.