LALIGA JORNADA 35 | F.C BARCELONA 1-0 LEVANTE

El Barcelona derrota al Levante en el Camp Nou y conquista su 26º título de Liga

El Barcelona ya es campeón. Los azulgranas debían ganar tras la victoria del Atlético ante el Valladolid y cumplieron con su misión para levantar su 26ª Liga. El equipo de Valverde, no sin suspense, derrotó al Levante por 1-0 gracias a un gol de Lionel Messi en el segundo acto. Los granotas lo intentaron hasta el final.

'Lo extraordinario es que parezca normal'. Eso reza la camiseta conmemorativa del Barcelona, y lo cierto es que es completamente verdad. Es, como dicen, extraordinario que ganar ocho de las últimas once Ligas sea algo completamente normal para este equipo. Para un equipo que, con Lionel Messi al frente, ha vuelto a levantar el título que premia al mejor. Al más regular. Al que durante 38 partidos, jugando contra todos, se alza como campeón. Una más. Y ya van 26.

Tenían que ganar al Levante. Y tenían que hacerlo porque el Atlético, peleón hasta el final, les obligó a hacerlo. Les ha exigido no relajarse, aún sabiendo que 'imposible' era la palabra que más se acercaba a la misión de arrebatar el título a este Barça tras caer en el Camp Nou. Aún así, los pupilos del Cholo han hecho sudar al Barcelona. Y el Levante, esta noche, también.

Porque llegar es una cosa. Porque tocar algo con los dedos también es una cosa. Pero ganarlo y levantarlo es otra bien distinta. Aún con la experiencia y veteranía de este Barcelona, de un equipo campeón de todo, los de Paco López les han hecho sudar y sufrir. Sobre todo al final, porque al comienzo y viendo cómo arrancó el cuadro azulgrana de no ser por Aitor Fernández lo normal es que hubiera habido al menos un gol.

Sin Messi, el Barça tenía el control pero le faltaba el remate. Le faltaba el gol. Y el gol era necesario para ganar LaLiga. Jugando a lo que el Barcelona juega, los granotas aguantaron con coraje y pundonor a la espera de su ocasión. Sin embargo, su arquero se impuso a las ofensivas azulgranas y al descanso se llegó con 0-0. La solución estaba clara.

Era él. El 10. El mejor jugador del mundo. El que no necesita Balones de Oro para serlo y para dar títulos a su equipo. A su Barça, al equipo que ha capitaneado con sus goles y su fútbol a una nueva Liga. Lionel Messi aprovechó una jugada con rechazos y rebotes para, al borde del fuera de juego, recortar a su par con una pierna y con la otra batir al hasta entonces imbatible Aitor Fernández.

A partir de ahí, otro partido. Uno en el que el Barça se fue hacia atrás y el Levante, necesitado, hacia adelante. Presionante, los de Paco López rondaron un empate que tuvo su cénit con un remate al poste de Bardhi que, por suerte, le cayó luego a Ter Stegen. Ahí ya se vio que era el día, y también en las ocasiones de Borja Mayoral, que no acertó a rematar ante el arquero alemán. En su área fue donde el barcelona celebró LaLiga.

Pero el lugar es lo de menos. Porque el final del partido fue el comienzo de la fiesta. Una fiesta para celebrar que han sido ellos los mejores de LaLiga. Los mejores de los, de momento, 35 partidos que se han disputado y de los otros tres restantes que quedan por jugar. Ganando duelos directos como ante el Atlético en un Camp Nou que se vistió de gala para celebrar el 26º título para un equipo azulgrana que ya pone su mirada en la más deseada: la Champios League.

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