FC Barcelona
Villarejo aseguró en RAC-1 que "fue Laporta el que nos dio la información sobre Sandro Rosell", que posteriormente estuvo casi dos años en prisión preventiva.
El FC Barcelona ha anunciado este lunes que demandará al excomisario Villarejo por acusar a Joan Laporta y "a su entorno" de proporcionarle información sobre el expresidente culé Sandro Rosell.
El excomisario José Manuel Villarejo realizó estas declaraciones en RAC-1 en las que hace referencia a la prisión preventiva de Rosell: "Aunque él no es político, hay tres clases de enemigos en la política: el furibundo, el sanguinario y el compañero de partido. En el caso del señor Rosell, fue Laporta el que nos dio la información sobre Sandro Rosell. Gente del entorno del presidente, que le había echado, creo recordar", dijo.
Según ha podido conocer EFE, el Barça admite que las palabras de Villarejo son "totalmente falsas" y que Joan Laporta emprenderá acciones legales contra el excomisario.
El expresidente del club azulgrana ingresó en prisión preventiva en la cárcel de Soto del Real el 25 de mayo de 2017 y salió el 27 de febrero de 2019. Poco después, el 24 de abril de 2019, la Audiencia Nacional le absolvió de todos los cargos.
Están siendo días difíciles para la institución catalana que vio hace unos días como era imputada por cohecho en relación al 'caso Negreira'. El juez Joaquín Aguirre ha dictado un auto en el que imputa dicho delito al club por los pagos que realizó a Enríquez Negreira durante 17 años (2001-2018).
El pasado viernes el Sevilla "mostró su total indignación y repulsa por las prácticas realizadas por los exdirigentes del FC Barcelona imputados por el 'caso Negreira', prácticas que supuestamente constituyen delito para el Juzgado de Instrucción número 1 de Barcelona, según recoge el auto difundido en los medios de comunicación", por esta razón "suspendió lo actos protocolarios correspondientes al partido de LaLiga de este viernes 29 de septiembre entre el club azulgrana y el Sevilla FC, y anuncia la ausencia de representación en el palco del estadio de Montjuic", decía parte del comunicado hispalense.
No tardó en responder, y con dureza, el equipo azulgrana, que rompió relaciones con el Sevilla: "Mostramos nuestra repulsa ante un ataque injustificado e impropio del Sevilla FC, club que hoy ha rechazado sentarse en la mesa en la comida institucional entre directivas previo al partido de esta noche entre ambos equipos en el Estadi Olímpic Lluís Companys, donde sus representantes también rechazaron asistir al palco de honor".