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El Barça, de Clásico a Clásico: Una metamorfosis de campeonato

El Barcelona le ha metido 15 puntos al Real Madrid desde el Clásico del Bernabéu en la jornada 9. ¿Qué les pasó a los blancos tras el Mundial de Qatar?

Sergi Roberto celebra su gol en El Clásico del Camp NouEFE

La bronca desatada por las líneas del milimétrico fuera de juego de Marco Asensio no ocultan la evidencia: a falta de doce partidos, con casi dos meses y medio por jugar, la Liga está más que sentenciada. El Barcelona es virtual campeón con 12 puntos de ventaja y eso no hay imágenes de VAR, cagómetro ni canguelo que lo soporte. Nunca nadie ha remonado semejante margen a estas alturas de la competición. Es un abismo el que separa a culés de merengues tras su último duelo en el Camp Nou.

Desde el Clásico del Santiago Bernabéu en la primera vuelta, cuando los de Ancelotti vencieron por 3-1 con autoridad, el Barça le ha metido 15 puntos al Madrid, ganándole de todas las maneras imaginables y en todas las competiciones. En la final de Supercopa de España hizo un rondo, en la ida de Copa del Rey se defendió con uñas y dientes sin balón y en el último choque liguero incluso le robó la épica a los blancos para remontarles en casa y dar carpetazo al torneo doméstico.

A por los 100 puntos de Tito Vilanova

Alumbrando estos guarismos, podríamos pensar que el equipo de Xavi es un líder de época. Sin embargo, nada más lejos de la realidad: fuera prematuramente de Champions y de la Europa League, el 'unocerismo' es su dogma. Sin embargo, el de Terrassa ha construido un bloque correoso en Liga, capaz de sobreponerse a todos los reveses deportivos y a las penurias institucionales del 'caso Negreira' para divisar en el horizonte una proyección de 99,5 puntos.

Sin Iniesta, sin Puyol ni Messi, el Barcelona puede emular la temporada 2012-13, cuando el combinado dirigido por Tito Vilanova alcanzó los 100 puntos. Las comparaciones serían odiosas, pero lo cierto es que su inmediato perseguidor (o más bien alejado perseguidor) es el vigente campeón de Europa. Y, a juzgar por lo que el Madrid hizo al Liverpool en octavos de Champions, los de Carletto parecen dispuestos a seguir sentados en su trono; solo eso opacaría la temporada azulgrana.

Partido a partido y cuatro palancas después, Xavi ha ido reconstruyendo sobre escombros, restañando el orgullo de Can Barça. Será su primera Liga como entrenador, y para amarrarla el equipo ha tenido que recuperarse, por ejemplo, de las sucesivas bajas de Lewandowski, Pedri y Dembélé, sus futbolistas más determinantes. Sin embargo, la vuelta del mejor Ter Stegen y la solidez defensiva de Koundé, Araujo, Christensen y Balde han resultado casi más determinantes que la delantera blaugrana. El equipo suma en Liga 49 goles a favor y solo nueve en contra en 26 partidos jugados, dejando 19 porterías a cero.

Pero el gran cambio llegó cuando Xavi dijo adiós al 4-3-3. Al catalán le gustaría jugar siempre con extremos, pero en algún momento del camino se vio obligado, entre la plaga de lesiones y el mejorable rendimiento de jugadores como Ansu Fati o Ferran Torres, a alinear a cuatro centrocampistas metiendo a un interior más a cambio de un extremo menos. Busquets, De Jong, Gavi y Pedri son los apóstoles de la nueva religión culé, y Kessié o Sergi Roberto tienen ya prioridad si alguno de ellos falta.

Este Barcelona, tras gastar 153 millones en un solo verano, ha recuperado la confianza perdida tras comprender que, en ocasiones, el éxito puede ser un fin en sí mismo en lugar de la consecuencia de una filosofía de juego. El equipo dirigido por Xavi, que tuvo muy mala suerte con las lesiones ante Bayern de Múnich e Inter de Milán en las semanas decisivas de la Champions, ha tardado un año en coger empaque y cumplir con las expectativas creadas.

Sangría blanca tras el Mundial de Qatar

Como si fueran vasos comunicantes, enfrente ha tenido a un Madrid alejado del equipo que ganó el campeonato sin despeinarse la temporada pasada. Inmerso en un cambio generacional y con la barriga llena de títulos, los culés mostraron más hambre, necesidad y garra que su eterno rival. En las seis ediciones oficiales del Clásico que ha presenciado Xavi desde el banquillo, el resultado es de cuatro victorias y dos derrotas a su favor. No hay más preguntas, señoría.

Desde aquel Clásico del Bernabéu del 16 de octubre han pasado 154 días y una remontada espectacular de un Barça con más continuidad. Los de Ancelotti han sufrido una sangría de puntos tras el Mundial de Qatar: sumaron 21 por 31 del club catalán. Desde enero el Madrid lleva tres derrotas y tres empates en Liga y, si solo se sumaran los puntos después de la cita mundialista, iría quinto en el torneo tras Barça, Atlético, Real Sociedad y Betis.

Con los malos resultados arrecia el debate del '9'. Y es que la sequía de los blancos arriba, más allá de la infrautilización de Marco Asensio y la reciente lesión de Rodrygo, tiene nombres propios: Karim Benzema y Vinícius Junior. El francés, lastrado por las lesiones, no ha recuperado el nivel que le dio el Balón de Oro; el galo venía de marcar 44 goles en 46 partidos. Tras el Mundial, acumula 13 goles y 4 asistencias repartidos entre Liga, Champions y Supercopa de España, pero lo que se atisba de fondo es un problema futbolístico.

Tampoco ayuda, claro, que la segunda línea no ande tan fina. Ante el bajón de Karim, el equipo se empecina en volcar toda la producción ofensiva en la banda de Vinícius, un futbolista que también ha perdido duende y que, aun así, sigue siendo el más determinante para el Madrid. Siempre en el ojo de huracán, el ex del Flamengo casi siempre recibe lejos del áera o muy cubierto por sus rivales, quienes han aprendido a secarle por lo civil o lo criminal. Solo el uruguayo Valverde ha mejorado sus registros con respecto a la temporada pasada.

Para recuperar la regularidad perdida, el club debe tener claro qué le ha hecho perder la Liga de esta forma. Más allá de la delantera y la ausencia de un suplente de garantías para el '9', los laterales se han convertido en el gran quebradero de cabeza para Ancelotti. En el izquierdo ha probado con Mendy, Alaba, Camavinga, Nacho y hasta Rüdiger; por la derecha, muchos piden un recambio para Dani Carvajal. Solo el mediocampo, con su fusión de veteranos y noveles, parece cubierto a falta de renovaciones.

El Barcelona, mejor como visitante y como local

El conjunto blanco se ha desaguado esta temporada como visitante tras caer en Vallecas, Villarreal, Mallorca y Barcelona y empatar ante el Betis en el Villamarín. En total, los de Carletto han dejado escapar 14 puntos fuera de casa, por los seis que ha extraviado el Barça lejos del Camp Nou. Por su parte, en el Bernabéu los merengues han perdido ocho puntos tras empatar ante Osasuna, Girona, Real Sociedad y Atlético; el Barça también ha perdido menos puntos en su estadio, con empates ante Espanyol y Rayo Vallecano.

"Desde octubre le hemos sacado 15 puntos al Real Madrid. Creo que es el momento de valorarlo", dijo Xavi Hernández tras el triunfo azulgrana en el último Clásico. Lo cierto es que al término de la jornada 9 el Barça ocupaba la segunda posición y estaba a tres puntos de los madrileños. Ahora, después de 26 jornadas, los culés lideran la Liga con puño de hierro y 12 puntos de ventaja sobre los blancos. No hay mejor reflejo de la metamorfosis que ha sufrido el equipo en estos cinco meses de temporada.

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