El Atlético de Madrid ha vuelto a ganar en Liga tras haber cosechado dos empates en los últimos 3 partidos de la Liga Santander. Los rojiblancos ganaron al Alavés en el Wanda Metropolitano para afianzarse en el primer puesto de la clasificación, superan por 6 puntos al Real Madrid y esperan que el Barcelona pinche en Anoeta contra la Real Sociedad.

Después de 10 días de críticas tras el pinchazo en Getafe y la desilusionante eliminación en Champions frente al Chelsea, los de Simeone no podían fallar otra vez en la competición doméstica. Los tres puntos eran de obligada necesidad para seguir manteniendo a raya al Barcelona y al Real Madrid, que han metido la quinta marcha para pelearle a los rojiblancos la Liga hasta la última jornada.

El Atlético es el primero y por eso es el que marca el ritmo, la Liga está en sus manos y tanto los jugadores como Simeone saben que cada partido es una final. Por esta razón, el encuentro contra el Alavés era fundamental para volver a mandar y marcar la pauta en los próximos partidos.

Suárez en Liga es un seguro de vida

El rival de hoy era el Alavés, un equipo en puestos de descenso que ha perdido 5 de los últimos 6 partidos, no gana desde el 5 de febrero y la última victoria como visitante en esta Liga la consiguió a finales de noviembre en el Alfredo Di Stéfano ante el Real Madrid por 1-2. Desde entonces ha sumado 8 derrotas y 2 empates como visitante.

Los rojiblancos tuvieron que esperar a la segunda parte para adelantarse en el marcador, como no gracias a Luis Suárez. En la primera parte los madrileños tuvieron el balón pero no consiguieron crear mucho peligro, algo que el Alavés consiguió en un par de llegadas gracias a Joselu.

Luis Suárez en Liga si que no falla, el uruguayo está siendo el hombre clave de Simeone en la competición doméstica en la que ha anotado 19 goles, el segundo por detrás de Messi.

Oblak paró un penalti en el 85

En la segunda parte los de Simeone tenían que darse prisa si no querían llegar a los últimos minutos del partido con el partido empatado, por eso en el minuto 53 el uruguayo remató un centro de Trippier y adelantó a los madrileños, varias jugadas después Llorente tuvo la sentencia en un remate al poste.

Sin embargo, el Atlético mostró endeblez defensiva permitiendo acercamientos peligrosos del Alavés pero los vascos no se caracterizan por ser un equipo goleador en esta Liga Santander, solo han metido 23 en 28 partidos. Pero eso da igual, son jugadores muy buenos que pueden crear peligro sin pestañear y es lo que ocurrió en el minuto 85, el árbitro señaló un penalti a favor de los vascos que milagrosamente paró Oblak, algo que nunca se le ha dado especialmente bien. El Atlético jugó con fuego y estuvo a centímetros de quemarse.

El Atlético desde hace unas jornadas gana con menos margen que al principio de la Liga, se notan los minutos y especialmente la presión de dos gigantes que hace meses tenían el rumbo desvíado. No obstante, lo importante a estas alturas es ganar.