Celebración Liga
Decenas de miles merengues acompañaron al equipo en una celebración que estuvo a la altura del título. El equipo y los aficionados estuvieron en sintonía, Ancelotti se lanzó a cantar y la vuelta del City estuvo muy presente. Marcelo vistió de blanco a la diosa Cibeles.
El autobús del campeón de Liga llegó sobre las 20:50 a la Plaza Cibeles y a partir de ahí comenzó la verdadera fiesta. Las decenas de miles de aficionados que llevaban horas esperando recibieron con locura a todos y cada uno de sus jugadores. Hubo un ambiente en Cibeles que hacía tiempo que no se veía.
La celebración estuvo repleta de gestos y pequeños detalles entre los que destacó uno que tuvo la plantilla con Marcelo, que fue el primero en bajarse del autobús y todo el equipo se quedó en el vehículo haciéndole la ola y coreando su nombre. La fiesta en Cibeles acababa de empezar.
Marcelo cogió el mando
El lateral del Madrid cogió el mando de la celebración, como buen brasileño, pero no fue ni mucho menos comedida. Un título de Liga son palabras mayores y eso el Madrid lo sabe, lo que pase el miércoles es otra historia, eso sí, la Champions estuvo más que presente, hubo repetidos cantos de 'sí se puede' e incluso Ancelotti gritó "¡A por el miércoles!".
Más que nunca se notó que tantos jugadores como aficionados tenían ganas de celebrar por todo lo alto, en la última Liga, 'la del coronavirus', quedó un sabor agridulce en el club y en la afición al no poder disfrutarla en Cibeles, como era habitual.
Marcelo, el capitán madridista, que hoy hizo historia, fue el encargado de vestir de blanco a la diosa Cibeles 2 años después. Los jugadores pasearon el trofeo por la plaza para compartirlo con los aficionados, que hoy eran muchos, demasiados, pocas veces se había visto tanta gente. Los condicionantes del día favorecieron a los campeones de Liga: sábado, buen tiempo, partido a las 16, en medio de un puente y que en resumen, había muchas ganas de celebrar, la pandemia ha hecho mucho daño, también al deporte claro.
Los jugadores, de uno en uno subiendo al bus, mañana, a entrenar
El autobús se marchó tras 30 minutos en Cibeles, sobre las 21:30 iniciaron su vuelta al Bernabéu. Se celebró por todo lo alto pero los jugadores, conscientes de lo que les espera la próxima semana, se metieron de uno en uno en el bus, como niños que han aprendido la lección, con Casemiro señalando el reloj diciendo algo así como 'Eh, que mañana tenemos entrenamiento'. Así es, mañana la exigencia del Madrid vuelve y Ancelotti les quiere frescos para el miércoles.