Premier League
El racismo se ha hecho eco otra vez en el fútbol, esta vez contra el defensa del Chelsea Antonio Rüdiger. Ha sido este domingo, durante el derbi londinense entre Tottenham y Chelsea.
A la hora de partido, el coreano Son lanzó desde el suelo una patada al central alemán y fue expulsado. A partir de este momento, Rudiger tuvo que aguantar gritos de ''mono'' y cánticos racistas cada vez que estaba implícito en una jugada o tocaba el balón.
El capitán del Chelsea, Cesar Azpilicueta, avisó al arbitro del encuentro, Anthony Taylor, de la situación. El colegiado hizo caso al futbolista español y se advirtió tres vez de la situación por megafonía que "el comportamiento racista de los espectadores está interfiriendo con el juego. Por favor recuerden que el racismo no tiene lugar en el fútbol".
A pesar de que el protocolo de la UEFA dice que el partido deberá detenerse si hay tres indicaciones, el encuentro siguió su curso y la afición del Tottenham no cesó sus cánticos racistas.
Una vez finalizado el choque, el Tottenham hizo público un comunicado en su web en el que abrirían una investigación y se tomarían las medidas necesarias. "Efectuamos una exhaustiva investigación con las observaciones aportadas por el Chelsea. Es inaceptable cualquier forma de racismo. No será tolerada en nuestro estadio. Tomaremos las medidas más firmes contra cualquiera que se comporte de esta manera e incluso se le prohibirá entrar al estadio", indica del club londinense en su web.
Cesar Azpilicueta, destacó después del partido que ''estamos muy preocupados y somos conscientes de este comportamiento y todos juntos debemos detenerlo''. Pese a que la competición pide a los aficionados que denuncien el racismo en los campos de fútbol, es un problema cada vez mas frecuente en la Premier.
José Mourinho también denunció este tipo de violencia en la rueda de prensa después del encuentro. ''Es algo que me pone triste. Odio el racismo en la sociedad y en el fútbol. Estoy decepcionado porque estas cosa sigan pasando''.