Luis Rubiales
Finaliza la primera semana del juicio por el beso no consentido de Luis Rubiales a Jenni Hermoso en la celebración de la Copa del Mundo en Sidney.
Por la mínima, pero después de un partido en el que llevaron en todo momento la batuta de mando. La selección española femenina de fútbol hizo historia en 2023 al proclamarse campeona de la Copa del Mundo en Sidney.
Un zurdazo de Olga Carmona por la escuadra en el minuto 29 marcó la diferencia. Jenni Hermoso tuvo la oportunidad de liquidar el encuentro antes del pitido final, pero falló el penalti y el equipo tuvo que aguantar 13 largos minutos de tiempo de descuento.
Ese día no lo sabían, pero, aquel 20 de agosto de 2023, se escribió un punto y aparte en la historia del fútbol español. Su triunfo colocó en la cima al fútbol femenino de nuestro país, hasta entonces ignorado, pero, además, supuso un terremoto en la Federación.
La victoria de Sídney fue en cierto modo liberadora. La mecha se había prendido antes del mundial. Fue tras la Eurocopa de 2022 cuando una parte importante de la plantilla alzó la voz contra la gestión y las condiciones laborales del equipo femenino y eso provocó una serie de renuncias.
La Federación no se achantó entonces y les dio un ultimátum asegurando que solo podrían regresar si asumían su error y pedían perdón". En las vísperas del Mundial, conversaciones discretas entre el equipo técnico y algunas de las jugadoras, dieron resultados. Algunos nombres volvieron a la convocatoria, como Irene Paredes, Jennifer Hermoso o Aitana Bonmatí.
Con esa calma tensa lograron adormecer esas diferencias y alzar el trofeo en Australia, pero fue precisamente en esos momentos de celebración cuando la chispa se transformó en llama.
Era el momento de saludar a las autoridades y las jugadoras formaron el habitual pasillo para ir una por una. "Saludé a la Reina, a la hija. Lo siguiente fue encontrarme con Luis Rubiales. Nos abrazamos y le dije: 'La que hemos liado'. Él pegó un brinco y me dijo: 'Hemos ganado el Mundial gracias a ti'. Lo siguiente fueron sus manos en mis orejas y el beso en la boca. Cuando eso ocurre, ya no oigo ni veo nada". Así lo explicó en el primer día de juicio Jenni Hermoso.
El relato de ese beso y una "falta de respeto" pueden costarle a Luis Rubiales dos años y medio de prisión por los delitos de presunta agresión sexual y de coacciones contra la Jenni Hermoso, su familia. La jugadora ante el juez explicó: "Sentí que estaba fuera de contexto totalmente. Sabía que me estaba besando mi jefe y eso no debe de ocurrir en ningún ámbito laboral o social".
Comenzó entonces una erupción de 'dimes y diretes' que ven en este juicio la última traca. El día después del triunfo, Rubiales pide perdón, pero a su modo. "Tengo que disculparme, no queda otra, ¿no?", dice asegurando que por ninguna de las dos partes hubo "mala fe", además, se compromete a "aprender de esto y entender que, cuando uno es presidente de una institución tan importante, tiene que, sobre todo en ceremonias, tener más cuidado". Un día después se abre una nueva brecha al publicarse que Jennifer Hermoso no realizó las supuestas declaraciones que la Federación distribuyó y denuncia también presiones para grabar un vídeo con Rubiales.
El sindicato FUTPRO publicó un comunicado en el que Hermoso exigía "medidas ejemplares" contra Luis Rubiales y 24 horas después la FIFA le abría a Rubiales un procedimiento disciplinario. El 1 de septiembre es el TAD quien abre el expediente disciplinario y hasta el 10 de septiembre Rubiales no anuncia su dimisión. Fue el 25 de enero de 2024 cuando el juez propuso juzgar a Rubiales por el beso y las coacciones y a Luque, Vilda y Rivera por las presiones a la jugadora y su entorno.
Más de un año después de esa dimisión, el expresidente de la RFEF se sienta en el juzgado, pero ¿qué ha hecho durante este tiempo? El diario deportivo Relevo publicó que, después de dimitir, el acusado se trasladó a Punta Cana, donde estuvo viviendo unos meses en una lujosa residencia. Regresó a España en abril del año pasado y lo hizo en medio de una gran expectación mediática, ya que nada más pisar suelo español fue detenido por otra investigación: la Operación Brodie.
Horas después de su detención y tras negarse a declarar ante la Guardia Civil, fue puesto en libertad por su presunta implicación en contratos irregulares durante su presidencia. Desde entonces lleva una vida tranquila en Granada.
Los acusados, Luis Rubiales, Jorge Vilda, Albert Luque y Rubén Rivera, tendrán turno de palabra ante el juez a partir del 12 de febrero. Antes se habrán escuchado las declaraciones, entre otros, de:
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