EL ALCALDE SE MUESTRA FIRME ANTE SU DECISIÓN
El aplazamiento del partido entre el Real Madrid y el Celta de Vigo se ha convertido en un problema grave de calendario para ambos equipos, llegando a plantearse el 17 de mayo como nueva fecha para el enfrentamiento liguero.
Se plantearon diversas soluciones para que se jugara el encuentro, aunque el alcalde de Vigo fue claro ante su decisión: "Cuando se toma una decisión en aras de la seguridad, no se cuestiona nunca. No se presiona nunca".
El conjunto blanco estaba dispuesto a viajar a Galicia ante la pequeña posibilidad que se disputara el partido que existía, aunque a Abel Caballero ese gesto fue como modo de presión y obligar a que se llevara a cabo el partido.
El Alavés, con menos descanso
"El Real Madrid no manda en este país, y desde luego, en Vigo ya le digo que no", declaró.
Pero no solo estos dos equipos han resultado afectados por la suspensión, el Alavés también ha sido damnificado al tener que jugar el partido de vuelta de Copa del Rey con menos tiempo que descanso que el equipo celeste.
El conjunto blanquiazul presentó una petición de retraso de este, que finalmente ha sido anulada y que obliga a los de Mendizorroza jugar.