Barcelona - Real Madrid
La protesta ideada por la plataforma independentista para dar visibilidad a su causa independentista utilizando el altavoz del Barcelona-Real Madrid no funcionó, como reconoció Tsunami en su cuenta de twitter, gracias la labor policial.
Pero la normalidad que se vivió dentro del campo contrastó con los graves incidentes en el exterior del Camp Nou. Manifestantes encapuchados volvieron a quemar contenedores, formar barricadas y arrancar adoquines, en una imágenes que recordaron a las vividas el pasado mes de octubre en Barcelona.
Un Clásico sin goles y marcado por las protestas en el exterior del Camp Nou
Mientras fuera los Mossos d'Esquadra debían emplearse a fondo para tratar de contener las protestas y a los violentos, en el interior del Camp Nou todo transcurría con normalidad.
A excepción de las pancartas mostradas antes del inicio, en las que se pudo leer 'Spain, sit and talk' y 'freedom', y el parón en el minuto 56 por el lanzamiento de balones amarillos al terreno de juego, el Barcelona - Real Madrid se jugó con normalidad y finalizó con un empate sin goles.
En los exteriores del estadio, en cambio, si que se registraron incidentes y los Mossos también tuvieron que cargar para impedir que una pelea multitudinaria entre Boixos Noois y miembros de Tsunami Democràtic fuera a más.
Frustrada acción de Tsunami Democrátic
Antes del inicio del partido se produjeron algunos momentos de tensión cunado una mujer fue increpada por un grupo de independentistas o cuando una motorista se encaró con un grupo de personas que cortaban una calle. Pero al margen de incidentes aislados, todo transcurrió con normalidad.
A última hora de la noche los Mossos d'Esquadra lograban controlar la situación en los exteriores del Camp Nou, del que los aficionados se habían marchado por el lado norte del campo ante los incidentes que estaban ocurriendo en el lado sur. Al final el balance de la batalla en los exteriores se saldó con nueve detenidos y 46 heridos leves.
El Clásico, aplazado el pasado 26 de octubre por la situación en Cataluña, finalmente se jugó en un Camp Nou blindado. Tsunami Democrátic no logró sus objetivos, pero una vez más los violentos protagonizaron graves incidentes en las calles de Barcelona.