Real Madrid 3-2 Valencia
Por Mario Cortegana
Como dijo Jack el Destripador, vamos por partes:
15:00 h. El cronista acaba de terminar de comer –delicioso bacalao con tomate, acompañado por ensalada y regado por tinto de categoría-. Dos horas parecían demasiadas, como demasiado duro es un fin de semana sin fútbol de Primera hasta las cinco de la tarde del domingo. Así que mientras llega la hora, sobraba tiempo para preparar las tabletas –una para el Levante-Atleti; otra para el Barça-Espanyol-, y ponerle pilas nuevas al transistor. De no ser por los nervios, seguramente también hubiera caído una cabezadita.
No lo notamos a menudo, pero lo cierto es que siempre acompaña al fútbol un carácter marcadamente egoísta. Por eso el rico, que suele tener qué llevarse a la boca, vive estas últimas jornadas con la angustia del humilde, que es quien realmente se juega la vida. Así que sí, de aquí abajo se narra lo que pudo ser alegría y se sintió decepción, y viceversa.
16:03 h. Sabidas las alineaciones de Barça, Madrid, Atleti, Espanyol y Valencia, el Levante anunciaba la suya. Situados los escenarios, conocidos los personajes, sólo quedaba que empezasen las funciones.
17:00 h. Con la exactitud de los relojes suizos, los árbitros hacían sonar sus silbatos y los espectadores ajustaban sus marcapasos. No había vuelta atrás.
17:02 h. Pi-pi-pi; Pi-pi-pi. Gol de Torres. Levante 0-1 Atlético. No cabe duda: ‘El Niño’ sigue puntual a su cita con el gol y cada vez más convencido de llegar también a tiempo a la Eurocopa. El Atleti era líder.
17:08 h. Pi-pi-pi; Pi-pi-pi. Gol de Messi. Barça 1-0 Espanyol. Desafiando por enésima vez lo físicamente posible, la parábola del ‘10’ volvía a aparecer en una falta y el Barça recuperaba lo que parece suyo, el liderato.
17:10 h. Gol anulado a Messi. Quedaba esperanza –aún- en Madrid.
No había terminado de llegar la noticia del no gol de Messi, y ya empezaba a despertar, con un tirillo de Casemiro, un Madrid con más urgencia y menos prisa que sus rivales. Hasta el momento ni se intuía rastro alguno de ambición en el Bernabéu, como si a los locales sólo les importase los resultados de Barcelona y Levante y a los visitantes, directamente, no les importase nada. En el 25’ empezaron a entonarse los blancos con un gran pase de Kroos al que respondió Cristiano con un buen control y un tiro que paró Alves, diminuto de estatura y gigante de profesión, sobre todo si está en el Bernabéu. Pero es que claro, a ver quién es el guapo que le niega un gol a Cristiano, caprichoso como pocos si de meterla se trata: un minuto después, 1-0.
Olvidados los méritos de mediados de semana, el Madrid pareció interesado de verdad en solucionar la tarea que le tocaba. Ya sin echar más de menos a Modric que a mamá el primer día de guardería, empezaba a dominar con mayor firmeza con el paso de los minutos, con Marcelo apareciendo, como Cristiano, Lucas o James, que quería el balón, lució el mono de trabajo y dio gracias a Dios por no haberse olvidado las espinilleras.
17:30 h. Pi-pi-pi; Pi-pi-pi. Gol del Casadesús. Levante 1-1 Atlético. El Madrid se había entregado a la lógica pragmática: si eres tercero, para ganar LaLiga, primero necesitas ser segundo. Pero, cumplida virtualmente la tarea, tocaba ir a por más.
En el 34’, Alves volvió a lucirse tras un cabezazo de Lucas, en clara mejoría, decíamos, junto con Cristiano, Marcelo y James, estos dos últimos sus cómplices en esta ocasión. La pausa se había convertido en premura. Pudo revivir el Valencia en el 37’, pero Parejo no cerró su pared con Alcácer y Cancelo chutó arriba. Haciendo valer sus mandamientos, de especial valor en el Bernabéu, el Madrid hizo pagar al Valencia el haber perdonado: en el 42’ y en fuera de juego, Benzema hizo el 2-0.
17:45 h. Descanso en el Camp Nou y en el Ciutat de Valencia.
17:47 h. Descanso en el Santiago Bernabéu.
17: 48 h. Alguien tenía que levantarse a por cerveza y patatas.
18:00 h. Empiezan las segundas partes, con el Barça primero, el Madrid segundo y el Atleti cerrando el pódium.
De primeras, los cambios de André Gomes y Santi Mina por Abdennour y Cancelo no parecieron surtir efecto. Alves seguía siendo el mejor de los de la bandera por camiseta: en el 49’, le paró la sentencia a Benzema después de una medida asistencia de Lucas.
18:07 h. Pi-pi-pi; Pi-pi-pi. Gol de Luis Suárez. Barça 2-0 Espanyol.
Pero quien hubiera dado por muerto al Valencia se había equivocado de lleno. A los de Pako con ka aún les quedaba pólvora, más que puntería. Tras una falta de Parejo al larguero y un paradón de Casilla a André Gomes, en el 55’, por fin, Rodrigo hizo el 2-1 gracias a una asistencia de Varane. Intentó devolver la paz Lucas, pero volvió a aparecer Alves, que sin embargo no pudo dos minutos después con Cristiano, habilitado por James: 3-1 en el 59’. Quien volvió a pensar que el Valencia había dicho su última palabra volvió a errar. Los ches siguieron respondones y con ganas de marcha, pero un espectacular Casilla y el palo le aguaron la fiesta a Parejo.
18:16 h. Pi-pi-pi; Pi-pi-pi. Gol de Luis Suárez. Barça 3-0 Espanyol. Cristiano podrá ganar LaLiga –difícil-, pero no el Pichichi –imposible-.
Con 3-1, más de un madridista pensó en que el partido estaba para Arbeloa, pero el canterano tuvo que esperar hasta el 80’ para despedirse de su casa. Puede echarle la culpa a un tipo de naturaleza peleona, Alcácer, que en el 72’ exigió una parada de portada a Casilla, que también respondió con solvencia a continuación a Mustafi.
18:29 h. Pi-pi-pi; Pi-pi-pi. Gol de Rafinha. Barça 4-0 Espanyol. El acta le dará el gol al brasileño, que debería agradecérselo a Pau López.
El Valencia, sin jugarse nada, regaló un final de partido vibrante, con ocasiones de André Gomes o Rodrigo, además de un golazo del primero en el 81’, 3-2, y la expulsión del segundo poco después. Si la avalancha no arrasó la cosecha fue por un Kiko Casilla larguísimo, en modo espantapájaros. Llegó el cuarto blanco, pero no valió.
18:38 h. Pi-pi-pi; Pi-pi-pi. Gol de Neymar. Barça 5-0 Espanyol.
18:45 h. Gol de Rossi. Levante 2-1 Atlético. Los de Simeone, sin opciones ya en LaLiga.
18:48: Final en los tres partidos.
Con los pitidos finales, hubo tiempo para la generosa despedida a Arbeloa, un jugador salpicado por las malas artes de Mourinho, pero justamente reconocido como icono blanco. Tanto es así que desde hoy su afición desea su pronta retirada para volver, ya con las botas colgadas, al lugar del que no quisieran que se fuera. También tuvo el decoro el Bernabéu de acoger otra despedida, la del Atleti de LaLiga. Tampoco dejó pasar la oportunidad la grada de refrescar al Barça y a cualquier otro que se interponga entre su equipo y los éxitos su lema más firme, el que reza aquello de ‘Hasta el final, vamos Real’.