LAMENTABLES INCIDENTES
Antes del inicio del encuentro en el Apostolos Nikolaidis, el campo del Panathinaikos, aficionados del equipo local lanzaron bengalas a los jugadores del Olympiacos que en ese momento salían al terreno de juego e hirieron a uno de sus delanteros, Alfred Finnbogason.
Media hora después de la hora prevista para el inicio del clásico, el árbitro decidió suspender el encuentro por considerar que no era seguro disputarlo. Tras la cancelación del partido, los altercados entre un grupo de aficionados del Panathinaikos y la policía siguieron en las calles que rodean al estadio y provocaron heridas a uno de los agentes que fue trasladado al hospital.
50 fueron a la comisaría
Las fuerzas de seguridad llevaron hasta a 50 personas a la comisaría, aunque por ahora solo 16 han sido detenidos. Tras los incidentes, el presidente del Panathinaikos, Yanis Alafouzos, señaló en un comunicado que presentará su dimisión en una reunión de urgencia de la directiva convocada.
El club ha culpado a un pequeño grupo de seguidores de los incidentes y ha criticado al colegiado por "una decisión completamente errónea e irresponsable" que, a su parecer, generó más violencia. La Superliga griega debe decidir ahora si concede los tres puntos del encuentro al equipo de El Pireo y si sanciona a Panathinaikos con una multa y varios partidos a puerta cerrada. Olympiacos lidera la liga helena con 10 victorias, seguido por Panathinaikos a ocho puntos de distancia.