Submarinismo
Este verano se han visto varios tiburones por las costas españolas. Desde la empresa Odicean mandan un "mensaje de tranquilidad" porque son "especies inofensivas y son ellos quienes se asustan, no los humanos".
Viene siendo una imagen habitual de cada verano que algún tiburón se acerque a las costas españoles. En los últimos meses, las playas de Orihuela, Burela, Alicante o Valencia se han visto sorprendidas por la presencia de escualos, pero sin lamentar heridos. El miedo a los tiburones se apodera aunque hay quienes disfrutan a su lado.
En Odicean, una startup de expediciones submarinas, llevan su pasión por el océano a otro nivel. "Es una de las mejores sensaciones. Entregarse al azul y que te dé lo que quiera", resume María Barbena, una de las fundadoras e instructora de buceo. En sus aventuras, que define " absolutamente increíble" se ven cara a cara con todo tipo de especies y entre ellas, tiburones: "Tenemos contacto con todo tipo de tiburones, delfines, mantas, mógulas...".
Pol Vives, otro de los fundadores, pretende desmontar una idea concebida entre la población: "Se piensa que encontrarte con un tiburón quiere decir que morirás". El instructor de buceo y también biólogo ofrece la clave: "Quién se asusta es el tiburón, no el humano". Ellos velan por la protección de los océanos y qué mejor forma que conocerlo en profundidad.
No obstante, este verano un ciudadano ruso falleció por el ataque de un tiburón en aguas del mar Rojo en Egipto. Las escalofriantes imágenes se hicieron virales cuando el joven era zarandeado y una persona grababa todo.
Ante las recientes apariciones en España y la muerte en Egipto, Vives apunta: "No hay que tener miedo, hay que lanzar un mensaje de tranquilidad". Añade, en referencia a los tiburones de las costas españolas, que "la gente puede ir a las playas porque son especies inofensivas para el ser humano".
Las expediciones son una oportunidad de nadar en lugares como las Azores o las Maldivas, entre otros. Explorar, conocer y transformar a través de sus visitas es su principal objetivo.
Desde Odicean, dedicada a las expediciones de buceo por diferentes lugares del mundo, desvelan que sus clientes suelen acudir con temor a la experiencia de bucear en el océano, pero el resultado final sorprende a más de uno. "La gente sale llorando. Se repite la frase de 'pensaba que sentiría miedo y he sentido paz'", reconoce María Barbena.
Aparte de ser una forma de turismo, como reclama Pol Vives también lo es concienciar de la importancia de cuidar la naturaleza: "No se trata de si estamos preocupados por el futuro del oceáno, es que sin el oceáno no tenemos futuro".