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Juicio Arantxa Sánchez Vicario

El exmarido de Arantxa Sánchez Vicario, Josep Santacana, ante el juez: "El padre hacía cosas en contra de Arantxa"

Prosigue el juicio contra Arantxa Sanchez Vicario y su exmarido, Josep Santacana. El exmarido ha declarado este viernes ante el juez y su testimonio no ha coincidido con la versión de la tenista.

Desde el pasado martes 12 de septiembre, el juzgado penal número 25 de Barcelona estima el caso de la extenista Arantxa Sánchez Vicario y su exmarido, Josep Santacana, para quienes la Fiscalía pide cuatro años de prisión por urdir un plan para descapitalizar el patrimonio de ella y evitar el pago de una deuda con el Banco de Luxemburgo.

Nerviosa, Sánchez Vicario aseguró ese primer día de juicio que, a partir de noviembre de 2009, fue su exmarido, Josep Santacana, el que tomó "las riendas y se encargó de hacer todas las órdenes, de ir al banco, de todas las gestiones...", culpando a su expareja de todas las decisiones.

Este viernes ha sido el turno de réplica de Josep Santacana, que ha tenido que declarar ante el juez. Su discurso no ha coincidido con el de la extenista. Él ha asegurado que la toma de decisiones en las operaciones de desinversión y en los procesos de liquidación de las sociedades estuvo a cargo de Arantxa.

"Después de nacer nuestra primera hija, en febrero del 2009, Arantxa decidió que quería saber más de sus cosas. No estaba cómoda con la gestión que sus padres estaban haciendo con sus fondos, porque le decían solo medias verdades.", ha explicado Santacana. "Arantxa veía cosas que no eran lógicas. El padre hacía cosas que en contra suya", ha continuado. Por lo que Sánchez Vicario decidió reunirse con Castellanos, abogado de la familia.

Santacana ha explicado que, entonces, la que era entonces su mujer descubrió que no había dinero en sus cuentas. "Arantxa tuvo la voluntad de pagar su deuda desde el primer minuto", ha asegurado. Por eso "quería vender para conseguir liquidez para sufragar los gastos del día a día. Como no había liquidez, el señor Castellanos aseguró que lo más más fácil era coger las propiedades e ir desinvirtiendo".

Los gastos que generaba el patrimonio inmobiliario ascendían a 50 o 60 mil euros mensuales "tranquilamente", porque sumaban cuatro hipotecas y cinco o seis seguros, según Santacana. De esta manera el empresario justidica las operaciones de desinversión, de las que niega su participación. "La decisión fue de Arantxa con el asesoramiento de Castellanos", ha afirmado.

En relación a las exclusivas que vendía a las revistas, el pasado martes Arantxa Sánchez Vicario aseguró que siempre eras su marido quien negociaba las condiciones económicas. A esto, el mencionado ha asegurado que "no es cierto, porque durante el periodo que estábamos juntos solo hicimos una exclusiva y un reportaje. No se cobró nada más".

Cuatro años de prisión

El ministerio público pide para Arantxa Sánchez Vicario y para Josep Santacana cuatro años de cárcel por supuestamente descapitalizar su patrimonio y evitar el pago de una deuda al Banco de Luxemburgo, que llevaba desde el 2010 intentando cobrarla, con "ánimo de un enriquecimiento ilícito".

En su escrito de acusación, la Fiscalía acusa a ambos de un delito de alzamiento de bienes o de insolvencia punibles, y al pago de una multa 12 euros diarios durante 24 meses, que supone un total de 8.640 euros.