Hockey hielo
La selección nacional culminó su gran participación en el Mundial de hockey hielo con una contundente victoria ante Croacia que confirma su ascenso a la segunda división mundial.
La semana no podría haber sido mejor para la selección nacional de hockey hielo. Contaba por victorias sus cuatro partidos en el Mundial de Hockey Hielo, pero necesitaba vencer en su último encuentro para poder llevarse la medalla de oro, y en consecuencia, confirmar su ascenso. En frente, uno de los rivales más duros del grupo, Croacia. Los chicos de Luciano Basile llegaban con los ánimos por las nubes, pero también con los nervios propios de un grupo muy joven que afrontaba su primera gran cita. Y esos nervios... se notaron.
El partido empezó muy cuesta arriba para los españoles después de ver como en cuestión de 7 minutos Croacia golpeaba con fuerza por partida doble. Tocaba remontar un 0-2 y la sensación era de que los jugadores estaban sobrepasados por la magnitud del evento. Nada más lejos de la realidad. Con la afición apretando desde la grada: "Nos han dado alas y confianza", reconocía Luciano Basile, la selección entró en temperatura y al poco del inicio del segundo tiempo, gracias a los goles de Dorian Donath y Gastón González, el partido volvía a estar empatado. Vuelta a empezar, pero esta vez con el viento a favor.
"La afición nos ha dado confianza y alas"
La tensión, al igual que el 2-2, se mantuvo hasta casi el final del partido. Fue a falta de diez minutos cuando llegaron los goles de España, tres de manera casi consecutiva, que le sirvieron para sentenciar con un 5-2. A partir de ahí... euforia.
Medalla de oro tras ganar a Croacia
Todo el sufrimiento y el nerviosismo contenido a lo largo del partido estalló con el pitido final del colegiado que certificaba el ascenso y la medalla de oro para los de Basile. Una recompensa a todo el trabajo realizado durante años, como explicaba el capitán de la selección, Alejandro Carbonell al final: "Es mucho tiempo que llevábamos detrás de esto, conseguir por fin el ascenso... esto va por todos los compañeros que han estado durante estos años".
"Esto va por todos los compañeros que han estado durante estos años"
La celebración de los jugadores tuvo que ser interrumpida por la recogida de medallas, donde la selección croata se colgó el bronce en el cuello y Georgia la plata. Pero eso no impidió que tras recoger la medalla de oro y que Alejandro Carbonell alzase el trofeo hacia el techo del Palacio del Hielo, continuase la fiesta dentro del vestuario español.
Porque de alguna manera había que soltar toda la presión contenida durante estos días de competición, y que mejor manera que en una piña botando al ritmo del "¡campeones, ¡campeones!" y bañados en bebida. "Vamos a celebrar como es debido, que merecido lo tenemos", confesaba Carbonell, "¡la noche es larga! se escuchaba gritar desde fuera del vestuario. Y seguro que lo ha sido. Como seguro es que este equipo tan joven y con tanta proyección, quiere y va a ir a por más éxitos.