MUNDIAL DE BALONMANO 2019 | BARÉIN 23-33 ESPAÑA
La selección española de balonmano cumplió con los pronósticos y arrancó su andadura en el Mundial de Alemania y Dinamarca con una cómoda victoria (23-33) sobre Baréin, en un encuentro en el que pese a la notable distancia que separa a ambos conjuntos, los "Hispanos" nunca lograron brillar.
Ni las continuas advertencias del técnico Jordi Ribera en las jornadas previas sirvieron para evitar los numeros problemas que tuvo España para contener los unos contra uno en los que Baréin convirtió cada uno de sus ataques. Un problema que personificó como nadie el central Husain Alsayyad, que con sus sorpresivos lanzamientos en apoyo y sus eléctricas penetraciones, firmó casi la mitad -cinco- de los once goles que Baréin sumó en la primera parte.
Pero es que España, consciente de su superioridad, decidió arriesgar y apostó de inicio por una defensa abierta 5-1 con Alex Dujshebaev en el puesto de avanzado, pensando posiblemente en futuros compromisos, ya que los espacios dejados eran el campo propicio para el lucimiento de los jugadores árabes.
Una circunstancia que impidió a la selección española romper la barrera de los cuatro goles de ventaja con los que se manejó durante casi toda la primera parte. Más problemas encontró Baréin cuando el conjunto español cambio su defensa y apostó por un 6-0, que desveló las dificultades del equipo bareiní cuando no tiene metros por delante para explotar sus rápidas acciones individuales.
Pero cuando todo parecía propicio para el despegue definitivo de los "Hispanos" en el tanteador, llegaron los errores en el lanzamiento del equipo español, lo que permitió mantenerse con vida a Baréin en el marcador, eso sí, sin llegar a amenazar nunca la victoria española.
Tal y como reflejaron los "apenas" cinco goles de ventaja (11-16) con los que los de Jordi Ribera cerraron un primer tiempo, que dejó un ligero sabor agridulce. Y es que salvo Ferrán Solé, que no erró ninguno de los cinco lanzamientos que intentó en la primera mitad, y Alex Dujshebaev, que también cerró sin fallo los primeros treinta minutos, los jugadores españoles se mostraron más fallones de lo habitual.
Una dinámica que no cambió en el arranque de la segunda mitad en la que España se empeñó en engordar la estadísticas del portero Mohamed Husain, que ya había reclamado su cuota de protagonismo en los minutos previos al descanso. Fallos y más fallos que volvieron a anclar al conjunto español en los ya sempiternos cuatro goles de ventaja (16-20) con los que había transitado durante todo el primer período.
Sin embargo, la diferencia entre ambos equipos es tal, que bastó que España ajustase mínimamente su defensa con la presencia de Viran Morros y Gedeón Guardiola en el eje de la zaga, para que se disparase la ventaja del equipo español hasta los nueve tantos (19-28). Una renta que la selección española dejó finalmente en diez goles de diferencia (23-33), cifra que reflejó el carácter casi de entrenamiento con el que dotó al choque el conjunto español.