UNA GRAN CARRERA DEPORTIVA
Cayetano Martinez de Irujo se sincera en los micrófonos de Antena 3 y reconoce que uno de los momentos, paradójicamente, más tristes en su vida fue su exitosa, pero prematura, carrera deportiva. Nadie le reconoció su talento como deportista hasta Barcelona '92.
"Estábamos viendo a la Familia Real emocionada, a la infanta Elena llorando, llevábamos al actual Rey de abanderado, yo estaba así, mirando para arriba, y le estaba diciendo a mi padre que no había hecho la carrera pero había llegado a lo más alto", reconoce entre lágrimas. Así vivió el jinete la ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos de 1992 en Barcelona.
"Yo soy un tío que ha hecho una carrera deportiva, que ha ganado un campeonato del mundo, que ha llegado a lo más alto y que ni eres feliz, ni te valoras todo lo que te tenías que valorar", confiesa los duros momentos que vivió el diploma olímpico, a lo que añade: "Se me acumulaba tal embrollo emocional que tenía que ir a una esquina o a un sitio donde no me viese nadie a llorar".