Rápel
El rápel es una de las disciplinas más técnicas de la escalada. Se trata del descenso por paredes verticales colgado en una cuerda. Una experiencia que proporciona fuertes experiencias a los que lo practican.
En España hay un lugar que atrae la atención de los practicantes del rápel, el Salto del Nervión, entre Burgos y Álava. Se trata de la catarata más alta de España, más de 200 metros de altura y caída vertical.
Solo desde hace diez años se rapela por la cascada. Se buscan los meses de lluvia. Se quiere disfrutar del agua, pero tiene sus peligros.
"El clima es duro. Hace frío y te cae agua encima. Si te cae mucha puede ser hasta peligroso. Normalmente se baja por la casada y ahí cae un metro cúbico de agua por segundo, es decir, una tonelada", explica J.J. Ruiz Zubikoa, del grupo Espeleología Otxola.
"Solo asomarte ya impresiona. Es una sensación intensa y única"
No es el único riesgo. De los 222 metros de altura que tiene la cascada, 144 son un descenso sin contacto con la pared.
"Es un descenso muy psicológico porque la pared se te aleja muchísimo. La sensación es la de estar colgado de una tela de araña, de un hilo en medio del abismo", asegura J.J. Ruiz Zubikoa.
Colgados de ese hilo, las sensaciones son vertiginosas. "La sensación de vacío. Solo asomarte ya impresiona. Es una sensación intensa y única", reconoce J.J. Ruiz Zubikoa.
Una experiencia con la que descargar adrenalina metro a metro hasta que se vuelven a poner los pies en el suelo.