Parapente
El parapentista Alex Mulle ha dejado al mundo con la boca abierta tras sus últimas imágenes en el desfiladero de Walenstadt. El francés, todo un experto en el speedflying, llega a desplazarse a más de 100 kilómetros por hora.
Y no lo hace en un lugar cualquiera, sino que Alex Mulle siempre elige sitios donde no se asegura la supervivencia. No solo vuela en medio de un desfiladero, se atreve a girar en el aire, jugándosela en cada movimiento.
El control sobre el parapente tiene que ser total porque las rocas pasan peligrosamente cerca él. Cualquier imprecisión puede ser fatal. Es el vuelo en parapente más espectacular y el más arriesgado, adrenalina en estado puro.
"Al ser una vela más pequeña, va mucho más rápido. Además, la vela es mucho más ágil y, en cuanto tocamos, va a dónde queremos", explica David Blanco, instructor de Speedriding.
"Es un trabajo de mucho tiempo. Ellos hacen descenso y van estudiando los puntos donde pueden entrar o salir", asegura David Blanco.