Aventura
En mitad de los impresionantes paisajes verdes de Cantabria se esconde el segundo mayor pozo vertical del mundo. Bautizado como Pozo MTDE, cuenta con una caída vertical de 435 metros.
En su interior no entra ni la luz, pero dos escaladores y aventureros, David y Ernesto, han logado descender hasta el fondo para luego escalarlo. En su aventura han invertido nueve días.
"No deja de ser una pared vertical, pero bajo tierra", explica el escalador David Palmada.
Por ella tenían que salir en diez días, tenían previsto un equipo de socorro.
"Si no salimos del agujero, que vengan a echar un ojo", asegura David.
"Te levantas a las diez de la mañana pero no hay luz"
Durmiendo en una hamaca, colgados del vacío. Y con mucho tiempo para pensar...
"En el pozo lloré, es un sitio muy chungo en el que te puede pasar algo", reconoce David.
En el interior del pozo hay muchos peligros y además no hay noción del día y la noche.
"Te levantas a las diez de la mañana pero no hay luz", relata David.
Una luz que permitiera ver la inmensidad del fondo del pozo MTDE, aunque quedaba subir, el objetivo de estos dos escaladores.
"A ver, tarado. Estás en el fondo, pero tú has venido a escalarlo", bromea David.
Una experiencia para afrontar la vida de otra forma.
"Todo el mundo debería poner un black hole en su vida", reflexiona David.