Ciclismo extremo
Casi 3.500 kilómetros pedaleando sin parar. Sin dormir, comiendo sobre la bicicleta y haciendo de mecánicos si surge cualquier problema. Así es la Transibérica, una de las pruebas de ciclismo extremo más duro.
Es una de las pruebas ciclistas más duras que existen. Se la conoce como 'la otra Vuelta', pero su nombre es la Transibérica. Participan 64 corredores y es prácticamente una carrera de supervivencia en la que el objetivo es terminar cuanto antes.
No es nada fácil, hay que completar cerca de 3.500 kilómetros. Los participantes comen sobre la bicicleta, pedalean sin parar y apenas duermen. Además, ellos mismos deben hacer de mecánicos si surge cualquier problema.
Uno de los corredores ha llegado a dormir en un cementerio, lo que da muestra de la dureza de esta prueba que arranca desde Bilbao. Además, el ganador no tiene premio, al menos tangible, ya que la satisfacción personal es indudable.
Acumulan un desnivel de más de 40.000 metros y no pueden llevar nada organizado. El calor y el fuerte viento tampoco ayuda. Gracias a unos GPS se puede seguir la clasificación en directo.
La organización de la Transibérica ha instalado 8 puntos de control. Los rincones que atraviesa 'la otra Vuelta' son sencillamente espectaculares.