Tour de Francia
Tadej Pogacar es humano. Está muy cerca de no serlo y así lo parecía hasta la etapa de hoy, cuando el Jumbo Visma y su ya consolidado hombre fuerte Jonas Vingegaard han logrado forzar la crisis del esloveno. Y no una crisis cualquiera, una que pasará a la historia como el día en el que Pogacar explotó.
Todo gracias a una estrategia colectiva brillante, a una debilidad de UAE que lleva quedando patente toda la ronda gala y a unas piernas de Vingegaard de auténtico campeón. Todavía no lo es, pero hoy está mucho más cerca que ayer. Y que nunca.
Una fuga incontrolable y generar ventaja numérica
El primer clavo en el ataúd de Pogacar fue la incapacidad de su equipo para controlar la fuga, un factor siempre complicado para el equipo del líder. Wout Van Aert, por ejemplo, ya se filtró en la escapada el día del pavés y se sacrificó para evitar que sus compañeros tuvieran que trabajar. Hoy, el belga, fue uno de esos que entraron en fuga y que amenazó la jerarquía del líder.
Con Laporte y Van Aert en una numerosa cabeza de carrera, el ritmo de Jumbo Visma en Telegraph logró aislar a Pogacar y reducir el pelotón hasta ser apenas una decena de integrantes. La mitad de ellos, casi, de la escuadra holandesa. Y ahí entró en juego Primoz Roglic, aspirante al triunfo general al inicio del Tour de Francia y en duda desde su dolorosa caída.
Pogacar paga caro los alardes
Roglic combinó los ataques ya desde el propio Telegraph con su compañero Vingegaard, obligando al maillot amarillo a responder en primera persona. Tanto fue así, que en el Galibier el líder no esperó a ser atacado y puso un ritmo al que solo Vingegaard pudo responder, con Romain Bardet, Geraint Thomas y Nairo Quintana persiguiendo.
La mejor defensa es un buen ataque, se suele decir, pero los 45 kilómetros desde la cima de Galibier hasta la meta en el Col du Granon eran un esfuerzo demasiado grande para una etapa ya de por sí agotadora. De esta forma, Pogacar tuvo que levantar el pie, el pequeño grupo de favoritos se unificó y Jumbo movió sus piezas para devolver a Roglic a rueda de los contendientes.
El alto ritmo en Granon fue consumiendo las fuerzas de los contendientes y lo pagó caro quien más había gastado: el líder. Ni siquiera la ayuda de Rafal Majka fue suficiente, porque Pogacar explotó, a falta de 5 kilómetros, cuando Vingegaard lanzó un demoledor ataque para irse a por la victoria parcial y a por el liderato de un Tour de Francia que, hoy, parece al alcance de su mano. Veremos mañana.
Grandes diferencias antes de la jornada reina: el Alpe D'Huez
El danés, nuevo líder, aventajó en 1 minuto a Nairo Quintana, 1'10'' a Bardet, 1'40'' a Thomas y 2'52'' a Pogacar. Con mucha carrera aún por delante y con el esfuerzo agónico realizado en la jornada de hoy, los corredores afrontan mañana la etapa reina de este Tour de Francia.
El 14 de julio, día nacional de Francia y fecha señalada siempre en la ronda gala, depara un recorrido con final en Alpe D'Huez que podría suponer una nueva carrera para el recuerdo. El agotamiento, las ganas de revancha y diferencias notables entre Vingegaard y sus perseguidores serán los alicientes de la subida al gran coloso alpino.