La Vuelta a España
El irlandés de Bora fue el más rápido en la llegada masiva para sumar un triunfo que endulza un año complicado.
Primera etapa en línea de la Vuelta a España y primera oportunidad de llegada masiva. Así afrontaba el pelotón la segunda jornada de las tres jornadas en Países Bajos, en un día en el que la fuga tenía opciones prácticamente nulas de llegar. Además, el fuerte viento y la amenaza de abanicos propiciaron una jornada nerviosa y rápida.
A 50 kilómetros de meta, la escapada ya estaba neutralizada con Julius van den Berg como el único beneficiado de ella. El ciclista de Education First pasó en primera posición la única cota puntuable para portar el maillot de lunares. Después lo intentó Luis Ángel Maté en solitario, con poco éxito.
De esta forma, el grupo principal encaró el tramo final de la carrera con el sprint casi asegurado y con los velocistas buscando una victoria que dejase los deberes hechos para afrontar sin presión el resto de las tres semanas.
Y el que lo consiguió fue Sam Bennett. El irlandés del Bora fue muy superior en la volata a Mads Pedersen, Tim Merlier, Mike Teunissen o Pascal Ackermann, entre otros. Triunfo balsámico para un Bennett que este curso solo había podido levantar los brazos en la Eschborn-Frankfurt.
Teunissen, por su parte, subió al podio para portar el maillot rojo que estaba en posesión de su compañero Robert Gesink. El cuarto puesto del velocista implicó este cambio en el orden de la general, con ambos aún compartiendo el mismo tiempo tras la contrarreloj por equipos.