Ciclismo
El país sudamericano se está convirtiendo en un destino ideal para los aficionados a la bicicleta de montaña gracias a sus antiguas rutas de transporte. El principal problema de Perú es el mal de altura.
Hacer deporte mientras disfrutas de un paraíso natural: eso es lo que permiten las rutas de montaña en Perú. Sudamérica es un destino ideal para los amantes de la bicicleta y cada vez más europeos se desplazan hasta allí para disfrutar de sus itinerarios. El país aprovecha el deporte como fuente de atracción para los turistas más aventureros. Las agencias de viajes lo promocionan y son uno de los mayores reclamos por parte de los turistas.
"Perú te permite descubrir lugares mágicos que no encuentras en otro sitio. Es un lugar exótico para los amantes de la bici de montaña"
David Cachón es un rider profesional de mountain bike y sabe lo que es recorrer estas rutas montado en su bicicleta: "Perú te permite descubrir lugares mágicos que no encuentras en otro sitio. Es un lugar exótico para los amantes de la bici de montaña. Según vas recorriendo sus montañas te vas encontrando paisajes increíbles. La gente lo está descubriendo ahora, es verdad que su turismo está en auge, pero ya hace años que varios compañeros empezaron a viajar allí", explica el deportista.
Sin embargo, sus recorridos no son aptos para cualquiera. Se precisa de técnica y cierta experiencia para mantener el equilibrio en los tramos más estrechos. No es el mejor lugar para iniciarse con la bicicleta de montaña. Además, hay un factor importante a tener en cuenta antes de embarcarse en una aventura como esta: el mal de altura.
La altitud propia de un país como Perú (tramos de alrededor de 5000 metros sobre el nivel del mar), puede jugar una mala pasada a los deportistas: "No puedes ponerte a andar en bici en tramos largos nada más llegar, necesitas unos días de aclimatación para tu cuerpo. Los primeros dos días estuve con fiebre y dolores de cabeza por la falta de oxígeno a tanta altura, para los que vamos de Europa es complicado al principio", señala David Cachón. Los mareos propios del vértigo son habituales, pero una vez que el cuerpo se acostumbra, sólo queda disfrutar.
"Es un paraíso, además tienes rutas infinitas y para todos los gustos"
Las panorámicas y paisajes desde las alturas de las montañas de Perú son un recuerdo para toda la vida: "Es un paraíso, además tienes rutas infinitas y para todos los gustos. No me importaría volver pronto", recomienda Cachón sobre Perú, un lugar marcado en el mapa por cada vez más amantes de las aventuras sobre dos ruedas.