ACABA SEXTO EN FRANCIA
El alavés Mikel Landa (Movistar) no ha puesto ninguna pega a su flojo rendimiento en la contrarreloj de Espelette porque "no ha sido un buen día y los rivales han sido mejores". "A este Tour veníamos con mayores aspiraciones. Hemos estado peleando cada día y hemos intentado moverla, pero no ha sido posible", ha comentado.
En su rendimiento personal desde que comenzó el Tour 2018 en la Isla de Noirmoutier ha valorado que su rendimiento ha sido "bastante regular dentro de lo que cabe. Tras el percance de Roubaix traté de mantener la calma". "Tras el cuarto puesto del año pasado y este el sexto creo que da estabilidad estar entre los diez primeros", ha dicho.
Sobre la experiencia de arrancar la carrera gala con tres líderes, algo que repetirán en la Vuelta 2018, ha apuntado que "no lo hemos podido aprovechar como queríamos para ser más superiores en las subidas pero no hemos podido sacar ventaja". "Esperamos que el recorrido de la Vuelta nos favorezca más que el del Tour y podamos sacarle un mayor rendimiento", ha argumentado.
El alavés ha situado sus próximos objetivos tanto en la Vuelta a España como el Mundial de Innsbruck en los que "espero estar ahí hasta el final de la temporada". Sobre su posible salida la próxima temporada al Astana kazako ha respondido con un enigmático "que casualidad que salga hoy".