Ciclismo
A sus 58 años, nuestro mejor ciclista de todos los tiempos cambia el asfalto por las dunas del desierto marroquí. El objetivo de Induráin, divertirse y llegar a la meta final.
Miguel Induráin, nuestro mejor ciclista de la historia, será parte del pelotón que recorra las exigentes dunas del desierto marroquí. Ya está cogiendo ritmo practicando en la arena de la playa en Cataluña.
Induráin se lanza, a sus 58 años, a completar la Titan Desert; una de las pruebas más duras que conocemos. Seis días pedaleando por el desierto con temperaturas extremas y sin ninguna comodidad.
"Ya tengo 58 años y lo de echarte a dormir al suelo... Luego levantarte, con la paliza de la bici..."
Lo suyo es rodar en carretera: cinco años consecutivos campeón del Tour de Francia, de 1991 a 1995. Ahora, Induráin se marca un nuevo reto. Cambiará el asfalto por la arena. Quiere vivir la experiencia de la Titan Desert, la competición de ciclismo de montaña en el desierto de Marruecos.
"Arena donde vivo en Pamplona no tenemos. Ya estoy liado. Siempre el tema de bici es fácil", bromea con Atresmedia. Su debut en la arena será a finales de abril y ya está entrenando en Cambrils, Tarragona. "Hay que aprender trucos de navegación, de cómo andar por la arena, de cómo alimentarnos, hace frío y calor...", reflexiona.
Lo que peor va a llevar, asegura, es lo de dormir en la jaima: "Sí, porque lo de andar en bici ya sé regularme. Ya tengo 58 años y lo de echarte a dormir al suelo... Luego al día siguiente levantarte, con la paliza de la bici...", bromea.
Ambicioso equipo para pasarlo bien
El exciclista será una de las caras conocidas del ambicioso equipo Kosner-Saltoki Home en la próxima Titan Desert Morocco 2023, que se disputa del 30 de abril al 5 de mayo en el desierto marroquí, y dice que afronta el reto con la voluntad de "disfrutar" y de llegar a la meta final.
Su idea, por tanto, es pasarlo bien y no obsesionarse con ganar: "Hemos hecho aquí un grupo. Uno es fontanero, el otro electricista, el otro instalador solar...". Y a todos les une la pasión por la bici. Recorrerán por el desierto marroquí unos 700 kilómetros en apenas seis días.