Coronavirus
El confinamiento y la cuarentena por el coronavirus han devuelto a muchos animales espacios que antes ocupaban las personas. Un pequeño alivio para muchas especies, pero no para el rinoceronte, más perseguido que nunca por los furtivos estos días.
Y es que el confinamiento y la falta de turistas están siendo aprovechados por los cazadores furtivos para diezmar a esta especia protegida en Sudáfrica. El objetivo está claro: su preciado cuerno.
"Se caza un rinoceronte cada día. Los precios del cuerno de este animal son desorbitados. Son precios como los del oro o la cocaína", advierte Gemma Rodríguez, de ADENA.
En Vietnam, país que más paga por los cuernos, creen que estos tienen poderes curativos.
"Le atribuyen propiedades para bajar la fiebre e incluso para curar el cáncer", explica Gemma Rodríguez.
"Es un negocio que mueve tanto dinero como el tráfico de drogas o de armas. Hay que reforzar los medios de control, vigilancia y persecución", advierte Gemma.