Cabra
Esta cabra recorre a diario 13 kilómetros a 1.108 metros de desnivel por la sierra de Montserrat y gracias a un GPS instalado con delicadeza en su cuello. 5 atletas han podido seguirla para probar las nuevas zapatillas de Brooks, las Cascadia 16.
Se llama Guadalupe y es una cabra de montaña, nadie conoce la sierra de Montserrat mejor que ella. Y ella fue la encargada de marcar el camino por el que cinco atletas iban a probar las nuevas zapatillas de Brooks, las Cascadia 16.
Guadalupe, como cada día, se lanzó a hacer su ruta habitual por la montaña. En total casi 13 kilómetros y 1.108 metros de desnivel, casi nada. En su cuello, colocado con gran delicadeza, un GPS para que los cinco atletas después pudieran seguir sus pasos.
Guadalupe subió y bajó muy rápido y no escatimó en terrenos escarpados, los mismos que con sus Cascadia 16 iban a conquistar a base de zancadas Lexuri Crespo, Damià Ramis, Irene Fuertes, Javier Fernández e Ivet Figueras.
"La verdad es que esperábamos que fuese más sencillo, pero se metió por sitios y desniveles bastante complicados. Había que ocasiones en las que prácticamente había que escalar, eran desniveles brutales", asegura Javier.
Desde luego, la idea de Brooks para presentar sus nuevas zapatillas, fue de lo más original. "La cabra estaba en su casa, estaba dando su paseo matinal. La idea era buscar a alguien que realmente sepa de montaña y adaptarlo un poco a lo que podemos hacer las personas en el trail running, intentar meternos en su terreno, dentro de nuestras posibilidades".
¿Quién es más rápido, el atleta o la cabra?
"No hay competencia, la cabra subía más rápido y bajaba más rápido, y además se lo conoce, pero se tomó su tiempo, porque iba parando". "Sí, ella es un animal, y se paraba para comer, nosotros íbamos a saco, pero fue muy divertido", asegura otra de las atletas, Irene, que reconoce que nunca había hecho algo así. "Al principio pensábamos, a ver dónde se mete. Había auténticas paredes, pero lo conseguimos, al final es lo que hacemos y nos gusta".
Una iniciativa que fue un fiel reflejo de por qué a los corredores de montaña les llaman cabras. "Un poco cabras, sí somos", asegura entre risas Javier. Y eso que la ruta de Guadalupe, por terrenos pedregosos y con desniveles importantes no se lo puso fácil a estos atletas que siguiendo sus pasos completaron la ruta más extrema y también la más impredecible, la que marcó una cabra, que dejó claro, que sí, siempre tira al monte.