NO VOLVERÁ A JUGAR HASTA ENERO DE 2020
Un jugador de baloncesto ha sido sancionado nueve meses después de propinar un cabezazo a un árbitro. Todo ocurrió después de una falta que pitaron los colegiados, acción que desató la desproporcionada reacción del jugador.
La agresión no le va a salir barata. Ha sido suspendido nueve meses y deberá pagar una multa de 2.500 euros.
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