George Floyd
Muchas veces se ha dicho que el deporte puede unir una sociedad dividida y enfrentada. Ocurrió en 1995 con el rugby y la Sudáfrica de Nelson Mandela y por qué no puede ser lo que necesita Estados Unidos para superar uno de los momentos más críticos de su historia reciente.
La muerte de George Floyd ha sumido al país en una ola de violencia, protestas y saqueos en decenas de ciudades. Y en mitad de es agrave situación una jugadora de baloncesto ha decidido sacar su canasta portátil por las calles de Filadelfia.
La idea es utilizar el baloncesto para unir de nuevo los lazos entre blancos y negros. Los partidos entre policías y manifestantes son un buen ejemplo del efecto reparador del deporte y han convertido la canasta de Stephanie en un símbolo por la paz y al reconciliación.