EUROLIGA | REAL MADRID 80-75 MACCABI TEL AVIV
El Real Madrid se anotó el 54º clásico europeo con una victoria agónica por 80-75, ante un Macccabi que la vendió cara, gracias, sobre todo, a la gran actuación de Rudy Fernández, Sergio Llull y Luka Doncic. Las buenas sensaciones que dio el Real Madrid de inicio (5-0) apenas le duraron tres minutos.
La aparente buena defensa y claridad de ideas en ataque quedaron rápidamente eclipsadas por el talento y poder anotador de Andrew Goudelock, autor de 10 puntos de los 12 que anotó su equipo en el minuto 7.20 (12-12). El conjunto de Pablo Laso se atascó en ataque y si en los primeros 3 minutos anotó 7 puntos, en los 7 restantes apenas hizo 9, para un 16-21 al final del primer cuarto, con triple final lejano incluido, pero no de Sergio Llull, sino de Devin Smith, su única contribución al equipo macabeo hasta ese momento.
El cuadro madridista pareció demostrar, otra vez, que necesita verse comprometido en el marcador para dar su mejor versión. Esta vez fue Rudy Fernández el que se puso al mando de las operaciones enjugando en apenas minuto y medio la diferencia, 21-21 y anotando 10 puntos en los primeros seis minutos (30-29). Se frenó la sangría de Goudelock y se igualó el rebote, aunque siguió sin entrar el lanzamiento exterior (5 de 17 en triples). Esto unido a otra clase de fundamentos de Luka Doncic, que junto a Rudy, fue el gran protagonista del segundo acto, fue suficiente para llegar al descanso con una mínima renta, 37-36.
Los continuos cambios en defensa blanca se ajustaron mejor, aunque Goudelock siguió dando una gran sensación de poder de anotación, mientras que en ataque no se encontró la tecla de la puntería, sobre todo Llull que mantuvo su anotación en cero. La continuación en el tercer acto fue decepcionante, porque, lejos de mejorar, el Real Madrid empeoró su rendimiento aceptando un parcial de 0-7 en los primeros 3 minutos (37-43).
Ni la ausencia de Goudelock, que se hizo daño en la primera jugada, rebajó las prestaciones de un Maccabi que comenzó a dar muestras de su gran calidad individual. En el ecuador del periodo, el 43-48 del luminoso comenzó a preocupar a los aficionados madridistas en el clásico europeo.
El Maccabi llegó a los 10 puntos de renta, 43-53, con una gran actuación de Victor Rudd, instante en el que Laso dio entrada de nuevo a Rudy y Doncic. Fue el momento de tocar a rebato. Y, claro, Llull fue el primero en apuntarse con su primer triple al séptimo intento, 48-53.Goudelock, ya repuesto, fue el contrapunto de Ainars Bagatskis, para frenar al Real Madrid que, con un triple de Trey Thompkins cerró el tercer periodo con un más ajustado 53-56.
El equipo de Laso, que ya había visto las orejas al lobo, y también los colmillos, vio la mejor versión del tiro exterior del Maccabi, pero entonces salió el mexicano Gustavo Ayón al rescate con 6 puntos consecutivos bajo el aro, para un 59-62.
Apretando las tuercas en defensa, el Real Madrid consiguió sacar de punto a los lanzadores del equipo judío, al tiempo que engranó una velocidad más en ataque y Llull volvió a su versión habitual. Un triple suyo significó volver a ponerse por delante en el marcador, 67-66 después de mucho tiempo remando.
Los nervios y los errores se adueñaron del partido, pero el Madrid se las arregló para llegar al último minuto con una ventaja de 4 puntos, 75-71, que administró con solvencia para apuntarse otra importante victoria en el clásico de Europa. Rudy y Llull señalaron el camino y Doncic, con otra actuación bestial (10 puntos, 11 rebotes y 8 asistencias), remató la victoria final.