Euroliga
El equipo de Chus Mateo suma su segunda victoria a domicilio en la cancha del Partizan y fuerza el quinto partido de la serie en Madrid.
El Real Madrid resurgió en el infierno de Belgrado para forzar el quinto partido de la serie ante el Partizan. Una vez más, el equipo de Chus Mateo demostró que cuando más al límite están las cosas, mejor rinden sobre la cancha. Walter Tavares emergió como un coloso en la jugada decisiva, un rebote que cazó entre varios jugadores del equipo serbio y que supuso la sentencia (78-85).
La serie, que parecía decantada para el Partizan cuando salió del WiZink con un claro 0-2 a favor de los de Željko Obradović, regresa a Madrid tras dos gestas del Real Madrid. Los blancos recuperan el factor cancha y estará en la Final Four de la Euroliga en Kaunas si firman otra victoria ante su público.
Antes del inicio de la cuarta batalla, se rindió un emotivo homenaje a las víctimas del tiroteo en una escuela de Belgrado que ha conmocionado a Serbia. Tras el duelo, el baloncesto pidio paso y ambos equipos regalaron un auténtico partidazo.
El Real Madrid saltó a la cancha enchufadísimo, sin querer repetir el terrible comienzo del tercer partido y se puso 7-17 en un visto y no visto. El conjunto madridista castigó al Partizan desde la línea de tres en un primer cuarto para enmarcar.
Pero los de Obradović reaccionaron en el segundo cuarto e igualaron el choque antes del descanso agarrados a la potencia de Mathias Lessort y a la batuta de Zach Leday. Un parcial en el tramo inicial, que incluyó dos triples de Ioannis Papapetrou, les puso a solo dos puntos en un momento en el que además Anthony Randolph, recurso en el juego interior para los visitantes, cometía la tercera personal.
Pidió tiempo muerto Chus Mateo, parcheó los rotos, y capearon los suyos el temporal hasta el intermedio (42-45, min.20). Después del paso por vestuarios, un parcial de 6-0, con cuatro puntos del persistente Leday, le dio al Partizan la primera ventaja del partido al llegar el ecuador del tercer cuarto.
Ahí comenzó a emerger el gigante Walter Tavares, pesadilla en el choque previo, quien firmó 7 puntos, un robo y una asistencia de manera consecutiva que conectaron otra vez al Real Madrid.
Todo eso, y un triple de Gabriel Deck, permitieron al equipo español tomar aire de cara a los diez minutos definitivos (55-61, min.30). La fina muñeca de Leday primero, para acercar a los de negro, y una lesión en la rodilla de Deck después que no pinta bien dibujaron un horizonte de incertidumbre.
Aún así no se descompuso el conjunto español, que imprimió una intensidad extra en la lucha por el rebote que le permitió salir a flote en momentos delicados y encarar los últimos 54 segundos con 5 puntos de renta. De esta manera la eliminatoria vivirá un último episodio en Madrid. Allí viajará el Partizán con la idea de repetir los triunfos que le pusieron 2-0. Y lo hará con Kevin Punter, su gran estrella, disponible tras cumplir sanción por los incidentes del segundo enfrenamiento.