EUROLIGA | REAL MADRID 97 - 79 BASKONIA
El Real Madrid se apuntó (97-79) la tercera victoria de la Euroliga en un clásico ante el Kirolbet Baskonia celebrado en el WiZink Center, una rivalidad de las que hacen afición y que mantuvo el pleno de triunfos blanco en lo que va de temporada (9-0), gracias a una actuación coral y los zarpazos de Sergio Llull.
El balear venía sin anotar en el primer plato de la semana europea ante el Olimpia, pero se desquitó con 23 puntos para celebrar mejor de paso su reciente paternidad. Llull encendió la mecha y se encargó también de poner tierra de por medio de cara al último cuarto (74-67), apagando el enésimo intento vasco de meterse en el partido. Los de Pablo Laso se quedan con el 3-0 que solo tienen Fenerbahce y CSKA Moscú, por el 1-2 de Baskonia.
Uno de los clásicos del baloncesto nacional, pero con cartel europeo, dejó el espectáculo esperado. Tras la final de la Supercopa que se apuntó el Madrid, el Palacio vibró con otro capítulo de una saga que, por los objetivos de ambos, será larga un año más. Llull marcó la diferencia. Su sequía en Milán inyectó más energía si cabe a un juego enchufado ya con 13 puntos en el primer cuarto.
El '23' local no estuvo solo. Randoplh siguió a los suyo otro día más y además ayudó a Tavares en la zona. Ambos dominaron el juego interior ante un Baskonia que buscaba soluciones en la rotación (25-19). Respiró el cuadro visitante cuando le tocó descansar a ese trío dañino, aunque dos triples de Campazzo y otros dos de Rudy no lo pusieron fácil para los de Pedro Martínez en el segundo cuarto.
El regreso de Ayón, tras su viaje para acompañar a su familia tras un accidente de tráfico, y la entrada de Reyes mantuvo el muro blanco. Garino dio el acierto que necesitaban los azulgrana y Huertas la movilidad para mejorar su ataque. El Madrid bajó enteros y salió del partido en medio de la protesta arbitral antes del descanso, con un poco de tensión entre Facu y Diop (42-38).
Reaccionó Baskonia ante el intento de despegue blanco, aunque incapaz de ponerse a tiro. Tras el descanso, la artillería de Janning y Vildoza cerca estuvo de cambiar el guion (65-65), pero en dos minutos Llull firmó otra escapada blanca, la definitiva. El Madrid encontró su ritmo en un partido de los grandes, como el ambiente y la tensión que enseñó el Palacio.
El primer test de altura en Euroliga, con el añadido de la semana de maratón que para los blancos pone rumbo a Galicia y en Vitoria recibirán al UCAM, lo abrochó para los de Laso el acierto de Rudy y la presencia del gigante Tavares. Un golpe para el Baskonia, que aspira a ser anfitrión de su 'Final Four' y que no pudo en ningún momento con el defensor del título.