Baloncesto
Raudelis Guerra dejó su país, Cuba, para triunfar en el baloncesto. Aprovechó una escala de su selección en Madrid para desertar y quedarse en España.
Raudelis Guerra abandonó a la selección de Cuba en una escala en el aeropuerto de Madrid porque quería seguir creciendo en el baloncesto, huyó de la isla hace 3 años, pero ese plan de fuga no lo olvida. Cuenta a Antena 3 Deportes: "Esa idea la pensé una semana antes, no se puede pensar ni decir mucho porque los teléfonos de los jugadores están pinchados, ya sabéis que Cuba es una dictadura. Yo conozco jugadores que les han bajado de un vuelo porque les consideraban posibles desertores".
Raudelis asumió el riesgo y pudo escapar, nos cuenta: " Estuvimos siete horas en el aeropuerto esperando, yo estaba muy nervioso, rezaba al Señor para que nos dejaran salir. Escribía mensajes en clave a mi prima y los borraba inmediatamente por seguridad. Estaba decidido, pero no sabía a qué me iba a enfrentar".
La complicidad de su familia en España fue clave, su tía le fue a esperar con el coche: "Me escapé a la libertad por un sueño, hui con la ropa que tenía de la selección para no levantar sospechas. Y mi madre llorando, se me partía el alma. Yo le dije que lo hacía también por ella".
Nació en uno de los barrios más pobres de Guantánamo, tiene 29 años y mide 1,92. Se convirtió en un desertor, pero mereció la pena.
El jugador ha desarrollado la mayor parte de su trayectoria en su país natal y ha sido además internacional con la selección de su país. En la 2021-22 tuvo su primera experiencia en España de la mano del Autocares Rodríguez Daimiel de Liga EBA. Ahora juega en Córdoba UCB Camper Eurogaza y allí es feliz: "He encontrado la vida que salí a buscar. Venía sin nada, nací en un barrio que no me permitió ni tener zapatillas".
Ahora Raudelis ayuda a su familia desde aquí: "A España le debo todo. Aquí puedes trabajar y comprar lo que quieras. Hay libertad de expresión, que eso se valore porque no saben lo que hay por ahí".
No se arrepiente de la decisión que tomó y sabe que no puede volver a su país hasta dentro de ocho años "por traición a la patria".