UNA HISTORIA DE LUCHA
Una de las historias más bonitas que dejó esta Copa del Mundo de baloncesto es la que protagonizó el nuevo base de los Phoenix Suns, Ricky Rubio. Su madre murió hace tres años víctima de una cáncer de pulmón y ahora el joven catalán le dedica el triunfo.
Nada más ganar el Mundial en sus redes sociales se pudo ver un emotivo mensaje de gratitud a su madre. "Gracias por guiarme. Te quiero, mamá", se puede leer en su cuenta personal de Twitter.
Muchos no saben que cuando su madre, Tona Vives, falleció al padecer un cáncer, el joven base estuvo a punto de dejar el baloncesto a nivel profesional. "Todo lo que nos pasó él lo vivió desde la distancia, entonces lo sufrió incluso más que nosotros creo yo", comenta su padre Esteve Rubio.
Ahora, él ayuda a los que también padece este tipo de enfermedades a través de la fundación 'A breath of hope'. Una triste historia que por una vez se convierte en algo bonito.