Baloncesto
Durante la noche de la Super Bowl en 2015 entre New England Patriots y Seattle Seahawks, Josh Speidel sufrió un fatal accidente de tráfico que le hizo entrar en coma.
Los doctores dijeron a los padres de Josh que estuvo a punto de morir y que su recuperación era casi imposible. A las cinco semanas Speidel despertó. Los médicos predijeron que el joven iba a estar en estado vegetativo e iba a necesitar asistencia médica a diario a todas horas. "Decicimos que íbamos a creer otra cosa a la que los doctores nos dijeron", aseguró Lisa, la madre de Josh.
Speidel jugaba al baloncesto como alero en el Columbus High School de Indiana con unos datos altos de anotación, superando los 28 puntos por partido.
El accidente hizo que la carrera de Josh como jugador de baloncesto se terminara: "No pude llevar a mis padres en el último día de instituto. No creo que me lo crea por completo todavía, pero solo poder sacarlos y abrazarlos y agradecer a mis padres, al entrenador, por todo lo que han hecho, será bastante emocional. Es difícil ponerlo en palabras", lamentó Josh.
El pasado martes, Josh volvió a pisar una cancha de baloncesto. Debutó en la liga universitaria con el Vermont con el número 32 a la espalda contra Albany, ovacionado por toda la gente que acudió al partido. Además, Josh anotó sus primeros puntos. "Lo he conseguido, soy un jugador de baloncesto universitario y he anotado en un partido de baloncesto universitario, eso ya no me lo quita nadie, estaré agradecido para siempre", explica emocionado.
También bromeó porque pensó “haber fallado el tiro para conseguir el rebote", pero prefirió anotar "para tener un 100% de acierto en mi carrera universitaria".
"Queremos que la gente tenga esperanza, solo ese recordatorio, no te rindas", apuntó su madre Lisa.