Coronavirus
El mítico pabellón Pionir, templo del baloncesto serbio y cancha del Partizán de Belgrado, ha pasado del bullicio al más absoluto silencio. Son las consecuencias de la pandemia del coronavirus.
Y es que el pabellón se ha habilitado para instalar un hospital de campaña, con cientos de camas. Una imagen que llama la atención y muestra a las claras lo terrible del COVID-19.
El deporte sigue sufriendo las consecuencias de la pandemia de coronavirus. Primero parando todas las competiciones y ahora utilizando auténticos templos deportivos como improvisados hospitales para atender a los infectados por COVID-19.