SEMIFINALES COPA DEL REY | DOMINION BILBAO BASKET 71-81 HERBALIFE GRAN CANARIA

El Herbalife remonta al Bilbao Basket y jugará la final de la Copa del Rey

El Herbalife Gran Canaria ha derrotado al Dominion Bilbao Basket por 71-81 después de una segunda parte excelsa por parte del equipo canario en la que remontaron un resultado que parecía imposible de levantar. Los amarillos apabullaron a los vascos para meterse en la final de la Copa del Rey.

El Herbalife Gran Canaria se clasificó para la gran final de la Copa del Rey tras su victoria ante el Dominion Bilbao por 71-81, en el partido de semifinales disputado este sábado en el Coliseum coruñés. El Herbalife, que llegó a ir perdiendo por 19 puntos (55-36, m.26), supo aguardar su momento y dar la puntilla definitiva al partido en el último cuarto acertando en los lanzamientos triples -6 en los últimos minutos, cuando en los tres primeros cuartos sólo consiguió 2- todo lo que había fallado en los treinta minutos anteriores.

Desde el mismo salto inicial, los hombres de negro dieron la sensación de tener más preparado el partido, de ser más incisivos, de tener más hambre de triunfo y un 5-0 en poco más de un minuto fue la consecuencia. Pero la experiencia de Albert Oliver no estaba dispuesta para poner la alfombra roja al rival y con su dirección y su finalización, consiguió aupar a su equipo en el marcador, 8-9. Pero fue el canto del cisne, porque el Bilbao, más acertado desde el triple y con Bogris capturando rebotes en ataque, volvió a marcar pequeñas ventajas, 13-9.

Hubo un gran duelo de bases con Clevin Hannah y Oliver, pero en el cómputo global salió vencedor el equipo vizcaíno que pareció tener mucho más clara la forma de jugar un partido de estas características. Al final del primer cuarto, 22-15. Los hombres de negro siguieron con su misión. Fueron más agresivos, más directos, más efectivos. Estaban, por decirlo de alguna manera, en modo final, desechando todo lo superfluo y buscando hacer el máximo daño al rival, tanto en defensa como en ataque. Y rápidamente instalaron la decena de puntos de ventaja a su favo, 28-18.

Llegados a esta tesitura, los canarios comenzaron a preguntarse por qué no conseguían reducir distancias pese a que estaban elaborando bien las jugadas y se empleaban a fondo en defensa. La inquietud de intentar volver al partido cuanto antes, atenazó a los pío-pío lo que se reflejó a la hora de anotar desde el perímetro y del rendimiento en general. Bilbao anotó 7 de los 15 triples que intentó, incluidos los 3 de 4 de Hannah y de Dairis Bertrans, y el Granca se quedó en 2 de 11 hasta el descanso, al que se llegó con un 46-34, aunque pudo haber sido peor ya que los vascos llegaron a ir ganando por 16 puntos.

En la continuación no cambiaron demasiado las cosas, el Bilbao siguió con su táctica de guerrillas, con un juego muy abierto en ataque para lanzar después a cualquier jugador en un corte vertical al aro. Rápido y letal. La ventaja siguió creciendo hasta un 55-36 (min.25.45), momento en el que los canarios, tirando de orgullo y de una defensa más agresiva, consiguieron frenar en seco a sus rivales, cerrando el tercer cuarto con un 55-48 tras un parcial de 0-12 en esos poco más de cuatro minutos finales.

De nuevo con opciones para ambos equipos y en los minutos de la verdad hicieron aparición los nervios, la tensión y el miedo a ganar. Con Sitapha Savané y Oliver, es decir, con toda la experiencia del mundo, el Herbalife se acercó a 4 puntos, 57-53 (min.32) y a 3 59-56 un minuto después. Un triple de Sasu Salin significó el empate a 62 (min.35) y dos tiros libres de Rabaseda, culminar la remontada, 62-64.

La diferencia fue que en los 30 primeros minutos el Granca anotó 2 de 17 triples y hasta el 63-67 (min.35.35) anotó 5 de los 6 que lanzó. Volver a estar arriba en el marcador dio alas a los de Aíto García Reneses, mientras que lastró a los hombres de negro. Cada balón, cada punto, cada personal fue un mundo y el triple de Eulis Báez en el límite de la posesión, el universo. A falta de 1.43 minutos los canarios dominaban por 69-75. Los hombres de negro lo intentaron, pero la experiencia isleña repelió cualquier intento de soltar la victoria y el pasaporte a la final.

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