ARGENTINA- ESPAÑA (75-95)
Ellos creían y nos han hecho creer. La Selección española de baloncesto ha conseguido vencer en una final controlada de principio a fin. Argentina no ha sabido frenar a una auténtica apasionadora, liderada por Ricky Rubio y Marc Gasol.
Campeones del Mundo por segunda vez en la historia, España. La Familia hace historia a base de esfuerzo, de compromiso y de piña.
En un equipo formado no solo por los 12 jugadores presentes en China, sino por todos aquellos que han ido creando, año a año, paso a paso y partido a partido.
Comenzó la Selección de forma aplastante la final con la que siempre habíamos soñado. Con un parcial de 7-0, todos los que tenían dudas, comenzaron a olvidarlas. El arranque de la Selección, era un ejemplo de lo que sería el resto de partido, efectividad en ataque, atentos en defensa y con intensidad. El primer cuarto finalizó 14-23.
El segundo cuarto, continuó en crecimiento y mirando hacia arriba. Corrigiendo el principal fallo, que tuvo durante las semifinales frente a Australia: el rebote ofensivo. Dos triples de Rudy, canasta de Willy y ya estábamos a a 15 puntos: 16-31. Al descanso 31-43.
Una posible reacción de Argentina en el comienzo del tercer cuarto, fue frenada por el 'muro' en el que se convierte la Selección española en defensa. Como Sergio Scariolo señaló al final del encuentro: "En ataque hacemos lo que podemos, en defensa siempre hemos estado". Pero en la final, el ataque también estuvo y España se puso a 20.
Y final del tercer cuarto: 47-66. Estábamos a tan solo 10 minutos de alcanzar el éxito, de ser campeones del mundo.
La tensión o quizás los nervios de tener el objetivo tan cerca, crearon incertidumbre en el ataque de la Selección pero, de nuevo, en defensa nunca fallamos. España volvió a dar muestra de sus valores, de su trabajo en equipo. Unos se iban al banquillo y los que salían seguían aportando. Argentina se puso a 12, pero la final ya tenía nombre: España.
¡CAMPEONES DEL MUNDO! 75-95 fue el resultado final. España vuelve a estar en lo más alto. La emoción de los jugadores españoles escuchando el himno español, representaba a todo un país, que ha vivido pegada al televisor, a la pantalla de un ordenador, del móvil o escuchando la radio, las últimas dos semanas de septiembre.
Ellas fueron campeonas de Europa y ellos del Mundo, el baloncesto español está en lo más alto.