Baloncesto
El joven ala-pivot de los Miami Heat, Chris Silva, se fue de Gabón, su país natal, en 2012 con 16 años para perseguir el sueño de convertirse en jugador de la NBA. Y lo ha conseguido: tiene un contrato dual en que alterna entre los Miami Heat y su afiliado en la G-League, el Sioux Falls Skyforce. Desde entonces, solo una vez en tres años ha podido ver a su madre y fue porque tuvo que viajar a África para renovar el pasaporte.
La historia llegó a los altos mandos de la NBA como el Comisionado, Adam Silver, y la Vicepresidenta de Operaciones Internacionales, Kimberly Bohuny, quienes organizaron el reencuentro entre el rookie y su madre, Carine Minkoue Obame.
"¡No me lo puedo creer!"
Durante uno de los últimos entrenamientos del año, el entrenador del equipo de Florida, Erik Spoelstra, fue el encargado de darle la sorpresa. "Las vacaciones también son un momento para estar con la gente que amas y casi todo el mundo se siente muy agradecido de pasar tiempo con ellos. Pero yo siempre pienso en Silva. ¿Cuándo fue la última vez que viste a tu familia? Tenemos una gran sorpresa para ti. Feliz Navidad, hermano".
En un vídeo publicado por el equipo en redes sociales, se puede ver la mirada atónita y entre lagrimas del jugador africano mientras su madre entraba a la cancha del American Airlines Arena. "¡No me lo puedo creer, es mi madre!", exclamaba Silva.
Erick Spoelstra afirmó que estuvieron preparando el reencuentro durante un mes. "Durante el training camp, en una jornada en la que los jóvenes contaban sus historias el equipo. Fue muy valiente por su parte el hecho de venir a un país nuevo, sin hablar el idioma ni conocer a nadie, sólo para perseguir su sueño. Todos sentimos escalofríos en ese momento. Y poder adelantarnos tres meses en el tiempo y ver lo que pasó ahora es algo que me guardaré para el resto de mi carrera", explicó el entrenador.