EJEMPLO DE LUCHA CONTRA LA ENFERMEDAD
"A causa del virus del VIH que he contraído, tengo que retirarme de los Lakers hoy mismo. Quiero dejar claro que no tengo la enfermedad del SIDA. Quiero seguir viviendo mucho tiempo, entreteniéndoles como hice siempre", así anunciaba Earvin 'Magic' Johnson su infección de VIH y su inminente retirada de las canchas de baloncesto un 7 de noviembre como este, pero hace ya 25 años.
"Estoy aquí para decir que eso es algo que puede ocurrirle a todo el mundo. Incluso a mí, a Magic Johnson. Voy a convertirme en portavoz de esta enfermedad. Estoy dispuesto a luchar". Johnson se enfrentaba a un nuevo desafío en su vida y quiso desmitificar una enfermedad que todavía en 1991 era tabú.
Una noticia que conmocionó al mundo del deporte y que cambió la vida de Magic en el momento más dulce de su carrera. El que era base de Los Ángeles Lakers, equipo en el que militó durante 12 temporadas y con el que consiguió cinco títulos de la NBA, iba a comenzar su 13ª temporada en el equipo angelino y tenía que pasar por un reconocimiento médico previo, antes de firmar el contrato que le colocaría como el jugador mejor pagado del equipo.
El desconocimiento le hizo temer lo peor, pero los médicos le explicaron que era portador del VIH, que no era lo mismo que tener SIDA. Sin embargo, cuando pensó en Cookie, su novia desde los 14 años y con la que se había casado dos meses antes, temió que pudiese estar infectada, al igual que el hijo que ambos esperaban.
"Jugué contra los mejores de los mejores, como Michael Jordan y Larry Bird. Y siempre pensé que había sido lo más difícil de mi vida. Pero estar viajando a casa para decirle a mi esposa Cookie que tenía el VIH... Ese fue realmente el momento más duro", reconoció años después en una entrevista. El jugador no dio a conocer en un primer momento cómo pudo haber contraído el virus -poco después confesó que se contagió por su promiscuidad y la falta de precaución-, pero sí afirmó que su mujer no estaba infectada.
Un ejemplo de lucha y de superación
Johnson se convirtió en portavoz de la lucha contra el SIDA y el virus del VIH e instó a que la gente tomara muy en serio esta amenaza y se sometiera a pruebas. Desde aquel día, su lucha por la educación sobre esta enfermedad ha sido permanente y se dedicó a recaudar fondos para ayudar a la investigación con la ONG que lleva su propio nombre.
Tras anunciar su retirada en 1991 volvió a las canchas de baloncesto un año más tarde. En 1992 fue nombrado miembro de la Comisión Nacional contra el SIDA y ese mismo año participó en los Juegos Olímpicos de Barcelona y volvió a retirarse.
Entre 1993 y 1995, realizó numerosos viajes por todo el mundo como deportista y sobre todo como luchador contra el SIDA. Y en 1996, tras cuatro años y medio de ausencia, volvió a jugar con Los Ángeles Lakers, pero tres meses después anunciaba su retirada definitiva convirtiéndose en el gran mito de la época dorada de la NBA.
"Los jugadores tenían mucho miedo de infectarse con VIH cuando jugaban contra mí", confesó Magic en una entrevista hace unos años. "Si hubiera sabido lo que sé hoy, no me habría retirado. Pero no lo sabía. Nadie lo sabía. Así que sólo me quedaba apechugar con lo ocurrido".
En la actualidad, Johnson es un empresario exitoso en el mundo de la restauración y el ocio y genera una facturación aproximada de mil millones de dólares. 25 años después, compañeros de profesión, aficionados al baloncesto y prensa deportiva recuerdan sus palabras y le ponen como ejemplo de superación.
"Lo que hace a Magic tan especial no fue solo cómo jugaba en la cancha, sino también su contagioso entusiasmo por la vida y lo que ha logrado para la comunidad negra con sus negocios", ha comentado recientemente Barack Obama sobre Johnson. "Es desde hace mucho tiempo un líder sobresaliente en nuestro país".