DeportesBaloncestoFútbolMotorTenis

Baloncesto

Carmen Ventoso, jugadora de baloncesto con esclerosis múltiple: "Hacer deporte me ayuda a no estar en una cama"

Carmiña se vio obligada a apartarse del deporte hace un año por su salud física y mental.

Su peor enemigo tiene nombre: esclerosis múltiple recurrente remitente de alta intensidad. La acompaña desde hace más de cuatro años, pero no la frena. Ella es Carmen Ventoso, de San Cibrao, en Cervo, aunque trabaja en una óptica en Lugo ciudad. Lo compagina todo con su faceta más deportiva: es la capitana y la pívot del equipo Federópticos Lukus Terra Chá, en la Segunda Autonómica de basket. Quédense con su nombre, ya que ha sido propuesta para ser embajadora de los Encuentros sobre Esclerosis Múltiple del 2025.

Un año apartada del deporte

Carmen se vio obligada, hace algo más de un año, a dejar a un lado temporalmente el baloncesto. La vuelta fue este pasado mes de octubre y todo ha ido bien, aunque después de tanto tiempo parada, el cuerpo lo nota: "En los entrenos noto, como digo yo, que voy perdiendo extremidades", cuenta la lucense, "por ejemplo, que no siento la planta de un pie". Lo que peor lleva y más le afecta es la fatiga, aunque también tiene menos agudeza visual de lo normal, lo cual agrava su situación.

En el club la recibieron de nuevo con mucha ilusión y se sintió muy arropada. Y es que para ella, las redes familiares, de amistades y compañeras es de lo más importante para sobrellevar la enfermedad.

La importancia de la salud mental

Ese último parón de Carmiña estuvo motivado por varias razones: "Tuve un cambio de tratamiento y eso se juntó con que a mi madre le dio un ictus". Con todo ello, Carmen entró en una depresión.

Para ella es imprescindible acompañar esta enfermedad de mano también de los profesionales de la salud mental, por lo que ella acude desde entonces al psicólogo de la Seguridad Social en el Hospital Lucus Augusti.

El deporte le da vida

"Esta enfermedad va dejando cicatrices, de hecho eso significa la palabra 'esclerosis'", cuenta Carmen. Pero Carmiña tiene claro que la solución no es dejar el deporte: "Esto es lo que me hace no estar en cama y que, aunque la enfermedad me haga ir a menos, esto me lo retrasa un poco".

Una enfermedad que siente desamparada

Hace unos años, un brote le arrebató a Carmiña, aunque temporalmente, la vista y la movilidad en las piernas. Entonces, cuando pidió la minusvalía que le pertenecía, le dieron un 10%. "Y aún por encima me lo valoraron por teléfono", explica la lucense, "y sin poder ver ni andar no me dieron ni el mínimo del 33%".

"Es una enfermedad neurodegenerativa, que se conoce cómo es y se sabe que la persona va perdiendo poco a poco", incide Carmiña. Por ello, no entiende esa falta de respaldo y de apoyos.

Un mensaje alentador

Carmiña también pensó que se le venía el mundo encima cuando le pusieron nombre a su enfermedad. Pero tiene claro qué le diría a quien ha recibido un diagnóstico como el suyo y, para ello, recurre a las palabras de su admirado Ramón Arroyo: "Rendirse no es una opción. Hay que levantarse de la cama aunque cueste e ir ganándole algo a la enfermedad", sentencia la capitana de baloncesto, a la que nada la para.

Síguenos en nuestro canal de WhatsApp y no te pierdas la última hora y toda la actualidad de antena3noticias.com