EUROLIGA | ANADOLU EFES 82-84 REAL MADRID
Tras tres derrotas consecutivas entre Liga y Euroliga, los españoles comparecían en una de las pistas más duras del continente, en la que sufrieron durante muchos minutos y llegaron perdiendo por 14 puntos al último cuarto, cuando la reacción de todo el equipo permitió una remontada de mucho mérito tras un parcial de 24-8.
Desde el salto inicial, ambos oponentes salieron lanzados a por el triunfo, exhibiendo grandes porcentajes desde todas las posiciones. Sergio Llull, que reaparecía tras su lesión, y Anthony Randolph tomaron las riendas de los de Pablo Laso en ataque y el intercambio de golpes se tradujo en sucesivos empates que se prolongaron durante todo el cuarto inicial.
Por los locales, Vasilije Micic hacía daño desde el perímetro y Tibor Pleiss le ganaba la partida de inicio a Walter Tavares, anotando once puntos en los primeros diez minutos. Las respuestas visitantes llegaban desde la línea de 6,75, desde donde acertaron seis de los ocho triples que intentaron en un primer cuarto de máxima igualdad (23-23, min 10).
La pelea por cada canasta y cada rebote se mantuvo en la reanudación. Ni turcos ni españoles lograban despegarse hasta que una falta de Facundo Campazzo, acompañada por una técnica al argentino por protestar, concedió cuatro tiros libres a Sharkin y dio algo de aire a los jugadores que entrena Ergin Ataman.
A pesar del buen trabajo del mexicano Gustavo Ayón, que mantuvo a su equipo en el segundo cuarto a base de rebotes y canastas bajo el aro, los turcos se aprovecharon de las facilidades en defensa de un rival que no lograba frenar sus acometidas e iba perdiendo fuelle con el paso de los minutos, lo que se tradujo en una desventaja de siete puntos al descanso (52-45).
Cinco puntos seguidos de Jeffery Taylor en el primer minuto de la segunda parte volvieron a apretar un choque en el que Tavares fue cobrando protagonismo en la pintura, aunque como sus compañeros carecían del acierto desde el perímetro que exhibieron en el cuarto inicial, llegó una nueva escapada de los otomanos.
Dos triples consecutivos de Moerman y Sharkin obligaron a Laso a parar el choque para organizar el juego de los suyos, y un nuevo acierto exterior de Micic en la siguiente jugada encendió las alarmas en el vigente campeón continental (69-54, min 27). El Madrid sufría en cada jugada.
A la falta de un referente ofensivo se sumaban sus continúas pérdidas y la fragilidad defensiva coral. Un triple final del inspirado Micic dejó las cosas muy difíciles de cara a los últimos diez minutos (74-60). Sin embargo, la salida blanca fue prometedora, con un 8-0 de salida y una sensible mejoría defensiva que tuvo a los turcos sin anotar una canasta en juego casi cuatro minutos y permitió soñar con un triunfo con muchos minutos por delante.
Bien asistido, Ayón enlazo tres mates seguidos y continuó su recital en ambas zonas. Un triple de Thompkins confirmó la resurrección madridista y subió el 79-77 a tres minutos del final. A 17 segundos del final, Llull culminó la remontada desde el tiro libre y el Real Madrid acabó llevándose la batalla de Estambul, que entierra su peor racha de resultados de la temporada y lo mantiene en la parte alta de la clasificación.