NBA
Luka Doncic está llamado a marcar una época en la NBA y lo demostró anoche con una actuación antológica, con un histórico triple-doble 43 puntos, 17 rebotes y 13 asistencias y anotando el triple decisivo del partido ante los Angeles Clippers. Su canasta sobre la bocina fue el colofón a un partido que hubiera firmado el mejor Michael Jordan.
A sus 21 años, Luka Doncic está devorando récords de precocidad y dejando bien a las claras que su magia y su carácter le pueden llevar a ser una leyenda de la NBA.
Ante los Clippers, favorito para ganar el anillo, Luka Doncic firmó quizá el mejor partido que se le recuerda en su corta pero ya histórica trayectoria en la NBA. 43 puntos, 17 rebotes y 13 asistencias junto a un colosal triple sobre la bocina para empatar la serie (2-2) para Dallas Mavericks.
El escolta esloveno lideró la remontada y la victoria de los Mavericks. Antes de la acción decisiva de Doncic, el ala-pívot Marcus Morris conectó un triple con 9 segundos restantes en tiempo extra para darle a los Clippers la ventaja.
Pero quedaba el tiempo suficiente para que Doncic preparase el escenario de responderle con la misma moneda en el tiro que hizo ante el marcaje del base Reggie Jackson, que no pudo superar los pasos atrás del jugador del Real Madrid antes de elevarse y anotar en suspensión el triple perfecto.
Muchos se pregunta ya cuál será el techo de un jugador de 21 años que supera ya los registros de los más grandes. Luka Doncic es ya una estrella de la NBA, una competición que se ha rendido ya ante la magia y la clase del jugador esloveno.