Europeo de Atletismo Roma 2024
La onubense se confió y celebró antes de cruzar la meta, algo que aprovechó la ucraniana Olyanovska para colgarse el bronce en uno de los finales más crueles que se recuerdan.
Pocos finales de carrera más duros se recuerdan en el atletismo que el vivido este pasado viernes por la española de 29 años Laura García-Caro, que perdió el bronce europeo en los 20km marcha en el último metro tras celebrar antes de tiempo.
La atleta onubense, ya con la bandera española colgada al cuello y celebrando con el puño en alto, fue superada en los últimos metros por la ucraniana Olyanovska, que apretó viendo la relajación de su rival y terminó colgándose la medalla de bronce ante la incredulidad de la española.
Las imágenes hablaban por sí solas y es que no había más que ver el rostro de García-Caro al percatarse de que Olyanovska la había superado literalmente un metro antes de cruzar la línea de meta.
No obstante, España se quejó de que la ucraniana corrió durante los metros finales y fue eso lo que le permitió adelantar a Laura. Una apelación que no fue aceptada por los jueces y que terminó dejando completamente abatida a la atleta de Huelva, que atendió a la prensa minutos después al borde de las lágrimas.
"Sí que es verdad que en el 300 y en el 200 iba mirando para atrás porque sabía que la llevaba relativamente cerca, pero en el 100 he vuelto a mirar y veía que no sé si le llevaba 40 o 50 metros y he intentado esprintar a tope con lo que tenía y ya pensaba que no me pillaba. Y bueno, la verdad que ya ni la he sentido... y bueno, pensaba que ya lo tenía. Ni he mirado la pantalla gigante del estadio. Iba focalizada en llegar. Y, sí, quizás me han dado demasiado pronto, al entrar al estadio, la bandera de España, pero en ningún momento me he sentido medallista antes de tiempo", aseguró.
"Quizás me dieron demasiado pronto la bandera de España... pero en ningún momento me sentí medallista antes de tiempo"
La prueba se la llevó la italiana Nelly Palmisano seguida de su compatriota Valentina Trapletti. Las otras dos españolas que terminaron en mejor posición fueron Cristina Montesinos, sexta; y Raquel González, novena.
Esta vez fue García-Caro, una española, la que ha vivido en sus propias carnes el final más cruel que puede tener un atleta que roza una medalla, sin embargo, no ha sido la única ni la última a la que le sucederá una situación similar. Ben Payne, Mateo Bustos y muchos ejemplos más son la prueba fehaciente de que en el deporte, como en la vida, no hay que confiarse nunca.
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