Juegos Paralímpicos Invierno
Astrid Fina encontró en el momento más doloroso de su vida el camino hacia el éxito. Y es que esta catalana tuvo que tomar la difícil decisión de amputarse un pie tras sufrir un accidente de moto en 2009.
Sólo le dieron dos opciones: amputar el pie o quitar los huesos que dejarían su pie derecho inservible.
"Al final, un día decidí yo misma cortarme el pie, pero fue muy difícil porque tenía que ir al hospital y decir: '¡Quiero que me cortes el pie!'", explica Astrid.
Dos años después de aquello, Astrid Fina descubrió el snowboard y también que era un deporte que no se le daba nada mal.
"Me empecé a deslizar por la nieve y yo alucinaba. Me dije: 'venga, ya lo puedo hacer todo'. "Pasé de estar en un hospital a estar en alto rendimiento", explica Astrid.
En 2014, Astrid hizo su debut en los Juegos Paralímpicos de Sochi con un sexto puesto en cross y un diploma. Cuatro años después, en los Juegos de PyeongChang, se convirtió en la primer rider de snowboard en lograr una presea (bronce) en una cita de invierno.
"Estoy contenta con la medalla pero más por el esfuerzo de todos estos años", explica Astrid.
Pero a finales del año pasado, Astrid decidió retirarse del snowboard de competición. La cabeza le dice basta.
"Me costaba mucho todo esto e incluso no me hacía tan feliz el ir a entrenar", reconoce Astrid.
Se retira en lo mas alto de su carrera, no se arrepiente. Aunque no abandona su deporte. Se esta preparando para ser monitora de snowboard.