Surf
Este fenómeno natural se produce cuando una gran ola del océano Atlántico choca con la corriente del río Amazonas en su desembocadura. El encuentro es tan brutal que se se invierte el cauce del río y se genera una ola que puede ser surfeada durante varios kilómetros.
Surfear el río Amazonas es posible. Surcar las aguas del río más largo y caudaloso del mundo es factible gracias al denominado maremoto 'Pororoca'. Este evento natural se produce cuando hay luna llena y se da dos veces al día. La marea oceánica del Atlántico, en sus variaciones, invierte el flujo del río por un tiempo, lo que genera una ola muy grande en su desembocadura,hasta los 17 kilómetros, y que perdura bastante en el tiempo: "El surf Pororoca es un patrimonio cultural e intangible", confiesa el surfista Carlos Carneiro Jr.
"Hay que lanzarse a esa onda e integrarse con la naturaleza"
Surfistas de todo Brasil se citan en la ciudad de Chaves (Isla de Majaró) para surfear la llamada "ola mágica". Este suceso ha adquirido tanta fama que se ha creado una iniciativa para disfrutar de este fenómeno, la Pororoca Surfing Trip, que ya ha celebrado veinticinco ediciones. Una vez más la naturaleza permite gozar de ella a través del deporte.
"Hay que lanzarse a esa onda e integrarse con la naturaleza, nunca para conquistarla, porque es imposible. Pororoca significa gran rugido", asegura Noélio Sobrinho, presidente de la Asociación Brasileña de Surf Pororoca.
La ola que se genera puede alcanzar los 4-6 metros de altura e internarse hasta 17 kilómetros río arriba. Picuruta Salazar, un surfista brasileño, logró surfear durante 37 minutos sobre esta ola y recorrió 12,5 kilómetros, lo que supone un récord.
Difrutar, pero con precaución
Y como siempre a la madre naturaleza hay que tenerle el respeto que se merece porque esas olas movilizan abundantes cantidades de escombros. El impacto de toda esa materia puede ser crítico, e incluso mortal. Por ello, los surfistas que se aventuran a cabalgar estas olas deben tener la experiencia suficiente para no quedar atrapados en bancos de arena, o no ser arroyados por otra ola o troncos y restos que arrastra el agua.
"Todo surfista tiene que venir y ver. Es algo de una dimensión diferente"
A pesar de los riesgos que hay que tomar, cualquier amante de este deporte debe experimentar alguna vez el surfear el Amazonas. "Todo surfista tiene que venir y ver. Es algo de una dimensión diferente", afirma Carlos Carneiro Jr.
No es solo la propia experiencia, también es el prestigio que te otorga haber surfeado una de estas olas: "Se demuestra que eres un buen surfista una vez que montas una ola de Pororoca", palabras del padre de Sobrinho. El propio Sobrinho ha surfeado más de 200 Pororocas, una pasión que comenzó al escuchar esas palabras de su padre.
Un fenómeno que beneficia a todos
Este tipo de surf es cada vez más popular, sobre todo en Brasil. Porque este fenómeno también se da en los estados de Amapá y Maranhao. Y esta es una oportunidad que la Asociación Brasileña de Surf Pororoca va a intentar aprovechar para promover el turismo deportivo en estas zonas. Una iniciativa que ayuda tanto en lo deportivo como en lo humano: "El evento ha ido creciendo y ayudando a muchas familias ribereñas en el Amazonas". Todo el mundo sale ganando gracias a la naturaleza.