Escalada
Los 100 metros lisos ya no son la prueba más rápida de los Juegos Olímpicos. La escalada, que debutó en Tokio 2020 como disciplina olímpica y donde el español Alberto Ginés se colgó el oro, engloba una modalidad de velocidad que es 'un visto y no visto'.
Y allí, Kiromal Katibin es el rey. El indonesio vuela sobre las presas, como se conoce a cada uno de los montículos anclados a la pared y que sirven para llegar hasta la cima, a 15 metros de distancia sobre el suelo.
"La cabeza te lleva sola, no hay tiempo para pensar"
Katibin, de tan sólo 21 años, logró el mejor registro de la historia parando el cronómetro en 5,009 segundos. En esa misma prueba, el español Erik Noya concluyó segundo, con un mejor tiempo de 5,49'. Casi medio segundo, en la prueba más rápida del deporte mundial, es un abismo.
"Los asiáticos son punta de lanza, son los más rápidos", asegura Noya. "La cabeza te lleva sola y es imposible controlar lo pensamientos", añade en referencia a los tres metros por segundo que alcanzan en velocidad vertical.
El español explica el truco, ya que cada anclaje está siempre en "el mismo lugar". "Las presas están siempre en la misma posición. Da igual en que parte del mundo estés compitiendo o entrenando, es siempre la misma pared", explicó. "Yo llevo practicando esta pared desde los 15 años", concluye el escalador, que ya cuenta con 28 primaveras.